Detenidos varios menores por los disturbios en Ceuta y Melilla

Las delegaciones de Gobierno de Ceuta y Melilla han tomado ya medidas contra los implicados en los ataques contra iglesias y sinagogas sufridas tras el atentado terrorista en EE UU. Sin embargo, en ambos casos se ha querido quitar importancia a los hechos, calificados de gamberradas y en los que, hasta ahora, están vinculados grupos de menores de edad musulmanes.

En Melilla, durante la madrugada del domingo pasado aparecieron pintadas en apoyo a Osama Bin Laden y contra los judíos en el muro del cementerio hebreo. Los 'gamberros', como han sido calificados por el delegado del Gobierno, Arturo Esteban, lanzaron botellas de pintura por encima de la valla y mancharon varias sepulturas. Estos actos vandálicos continuaron ayer. Un grupo de trabajadores fue apedreado por varios adolescentes cuando, escoltados por la Policía Local, procedían a borrar las pintadas.

Según el delegado, se ha identificado a 12 implicados. Tres son marroquíes residentes en Melilla, que serán expulsados de forma inmediata, y el resto menores con tarjeta de residencia a cuyos padres se ha advertido de que se les retirará la documentación 'si persisten en su actitud' y se les han impuesto sanciones económicas.

A pesar de que el presidente melillense, Juan José Imbroda, calificó los hechos de 'actos gamberros de adolescentes' e insiste en que 'no se trata de trabajos realizados por bandas islamistas ni integristas', las medidas de vigilancia en templos y lugares sagrados católicos y hebreos se han reforzado.

La situación en Ceuta

En Ceuta, la policía ha responsabilizado a cuatro menores musulmanes del incendio de la iglesia de San José el pasado día 15. Los autores de este incidente arrojaron una botella con gasolina por una ventana de la iglesia. De los cuatro detenidos sólo uno ha pasado a disposición judicial. Se le imputa además haber participado en la quema del vehículo de un guardia civil. Los otros tres han prestado declaración en comisaría y están en libertad con cargos.

No obstante, la Delegación del Gobierno no sólo persigue a los ejecutores del incendio, sino también a los instigadores, ya que una de las hipótesis que va cobrando fuerza es que el incidente no es un episodio aislado, sino parte de una estrategia organizada por grupos relacionados con la delincuencia habitual y el narcotráfico que intentan desestabilizar la ciudad y que ya participaron en los incidentes de la frontera del Tarajal a finales de agosto.

Desde el Gobierno ceutí, sin embargo, se ha intentado quitar hierro al asunto. Mohamed Chaib, consejero de Bienestar Social, estimó que 'no hay que dar mayor importancia a estas acciones porque se trata de hechos aislados y provocados por energúmenos'. Desde el día 11, además del ataque a la parroquia católica, se han lanzado huevos contra una sinagoga, se ha apedreado el comercio de un judío y han aparecido pintadas en favor de Bin Laden.