Albalat se opone a ser el aliviadero del Júcar

La Consejería de Obras Públicas pretende condenar al término de Albalat de la Ribera a servir de aliviadero de las futuras avenidas del Júcar, que discurre a escasos metros de la población, en el proyectado Plan de Acción Territorial sobre prevención de riesgo de inundaciones de la Comunidad Valenciana (Patricova). Contra la voluntad de los 3.400 vecinos de Albalat, que a través del Ayuntamiento han presentado numerosas alegaciones, el plan del Consell refleja sus intenciones: 'Mantener y/o forzar las vías de desbordamiento natural del Júcar entre Algemesí y Albalat y entre Sueca y Cullera por ambos márgenes constituyéndose en zonas de sacrificio de flujo desbordado que se dirigen hacia la Albufera y hacia el Estany de Cullera'.

El núcleo urbano de Albalat está en el margen izquierdo del Júcar, de cuyo lecho está salvaguardado, desde hace años, por una mota artificial, hasta el punto que no fue inundado ni por las avenidas del 20 de octubre de 1.982 ni por los desbordamientos del río en 1.987, que afectaron a numerosas poblaciones de la Ribera. Esta mota es la que pretende forzar Obras Públicas para aliviar en caso de inundaciones a los términos situados en la Ribera Alta y dirigir las aguas desbordadas hacia la Albufera y el Estany, zona de Cullera donde antiguamente desembocaba el Júcar.

Para oponerse al Patricova se creó recientemente la plataforma cívica Salvem Albalat, que aglutina a todas las fuerzas políticas, sociales y culturales de este municipio situado a medio camino entre Alzira y Sueca. El alcalde, Joan Batista Ferrando (PSPV), considera que este plan 'condena a la ruina' a su pueblo, de ahí que participara en la manifestación del pasado viernes y presentara las alegaciones pertinentes para evitar el destino que el Patricova les tiene preparado.

El plan contra las riadas limitará el crecimiento de la localidad y será un freno para la futura instalación de industrias y fábricas, consideran los componentes de la plataforma cívica, que pretenden entrevistarse la próxima semana con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan Manuel Aragonés. Su portavoz, Juan Ramón Giménez, no descarta que acudan a los tribunales para salvaguardar los intereses de la población. Giménez advirtió de que la depuradora instalada en Albalat para que las aguas lleguen depuradas a la Albufera 'quedaría anegada' si el plan sigue adelante.