Una falsa dentista acepta devolver 120.000 pesetas a un paciente

La falsa dentista de Fuenlabrada, Nieves J. A, ha empezado a devolver dinero a los pacientes a quienes supuestamente estafó. Ayer le tocó el turno a José Manuel López, quien, según el acuerdo al que llegaron en el Juzgado número 5 de Fuenlabrada (167.500 habitantes), cobrará las 120.000 pesetas de un implante dental que jamás le practicó. 'A partir del jueves podré recoger la cantidad que se me debe', señaló López, que no va a cejar en su empeño de que la acusada termine en la cárcel.

La catarata de juicios contra Nieves J. A. no ha hecho más que empezar porque hay otros muchos denunciantes. Los que se sienten estafados increparon a la mujer, ayer, a la entrada del juzgado. '¡Muy bien, muy bien, ahí va la mejor dentista de Fuenlabrada!', gritó una mujer.

Estas consignas contrastaban con el mutismo de la falsa dentista. 'No es conveniente hacer ningún tipo de declaraciones, porque en este momento hay varios procesos pendientes y dispongo de datos que no puedo adelantar; comprenda mi postura', se justificó el abogado de la mujer, José Bustillo, ante la prensa, mientras Nieves se mostraba impertérrita. En parte se salió con la suya, porque el juez prohibió entrar en la vista al público y a los periodistas, lo que causó una enorme indignación.

El propio concejal de Sanidad del Ayuntamiento, José María Domínguez, de IU, tuvo que quedarse esperando fuera de la sala de vistas. 'Estamos indignados por la postura del juez y vamos a informar de ello al fiscal jefe y al juez decano de Fuenlabrada', anunció Domínguez. Según los datos que obran en poder del edil, hay al menos 36 personas afectadas, residentes en Leganés, Fuenlabrada, Móstoles y Chapinería. Un aluvión que no parece haber asustado a la presunta estafadora, pues sigue haciendo de las suyas. 'La última denuncia que nos ha llegado es de una persona a la que esta mujer ha atendido a domicilio; por lo visto, ahora se dedica a poner aparatos dentales a niños, en sus propias casas; esto parece un chiste de Arniches, y hay que pararlo de algún modo', añadió el edil.

Petición de prisión

Para frenar tantos desmanes, los afectados, que han buscado cobijo en la Asociación de Consumidores y Usuarios de Servicios Adquiridos (ACUSA), han presentado un escrito en el juzgado número 4 de Fuenlabrada, en el que piden 'que el juez instructor decrete prisión provisional por riesgo de huida, que le embargue los bienes a la falsa dentista y que se abra juicio oral en causa penal en la demarcación de Móstoles'. Los afectados han denunciado a Nieves J. A. por 'estafa con daños, apropiación indebida de cantidades entregadas y no recuperadas, dispensación de anestésicos caducados, publicidad engañosa e intrusismo profesional', cometidos en los últimos años, según consta en el informe presentado en el juzgado número 4.

El magistrado se comprometió ayer a 'estudiar con rapidez el escrito'. Los estragos provocados por la supuesta estafadora son innumerables, según los denunciantes: perforaciones de maxilares, hemorragias incontroladas, prótesis mal colocadas y servicios sin terminar.

El caso de Carmen Olalla es de los más sangrantes. Esta mujer acudió a la consulta de Nieves J. A. el pasado febrero para someterse a una endodoncia. 'Como no me hizo radiografías previas, me pinchó por un sitio equivocado y me infiltró aire en la cara. Cuando el rostro se me puso como un globo, me dijo que me marchase a casa y que me apretase el carrillo para que saliese el aire', recuerda Carmen. 'Al final tuve que ir al hospital, me abrieron la encía por dos sitios y he perdido la muela', se queja. Entre los damnificados de Nieves no sólo está el tropel de pacientes. Carlos Carranza, por ejemplo, espera el juicio que se celebrará el próximo 16 de octubre. Carranza es el dueño de uno de los locales que usó Nieves y dice que la falsa odontóloga le debe un millón de pesetas en alquileres. Con todo, lo que más le duele no es el dinero. 'Compré el local para mi hija que estudia un master en odontología en Barcelona... y ahora no podrá utilizarlo. La imagen del sitio es nefasta; mi hija no podrá trabajar ahí'.