Pujol afirma que no quiere privatizar el metro y Clos le reclama que cambie la ley

El presidente del Gobierno catalán, Jordi Pujol, negó ayer cualquier intención de privatizar la gstión de las líneas del metro barcelonés, a pesar del proyecto de ley que ha presentado en el Parlament, que incluye una disposición en este sentido. Pujol hizo estas declaraciones durante la inauguración de tres nuevas estaciones de metro de la línea 3. Sus palabras fueron bien acogidas por el alcalde de Barcelona, Joan Clos, que calificó la afirmación de 'excelente noticia'. Clos añadió que le gustaría que la intención de Pujol quedase 'plasmada por escrito en la ley', es decir, que se aceptasen las enmiendas que reclaman la retirada del artículo que prevé la reducción de competencias de la Entidad Metropolitana del Transporte.

Clos y Pujol; la delegada de Gobierno, Julia García Valdecasas, y el consejero de Política Territorial, Pere Macias, inauguraron ayer tres estaciones de la línea 3: Mundet, Valldaura y Canyelles, que prolongan el recorrido desde la Zona Universitaria hasta Nou Barris. Al acto asistieron un millar de vecinos.

15 años de espera

Los ciudadanos de Nou Barris reclamaban estas estaciones desde hace 15 años. 'El metro va bien para todos, es rapidísimo y moderno', comentó una vecina que estaba en el mismo vagón que Pujol durante el recorrido por las estaciones. La prolongación de la línea, incluida en el convenio de infraestructuras de los años 1998-2000, ha costado 14.000 millones de pesetas. El Gobierno catalán ha aportado dos terceras partes, y el Gobierno central, el resto, como es preceptivo.

'La preocupación por el metro es una prioridad de nuestro Gobierno', dijo Pujol durante la inauguración en un tono menos triunfal de lo que hubiera deseado. El acto quedó en parte desleído por el intento del Gobierno catalán de laminar las competencias municipales sobre el metro.

'La Generalitat apostó fuerte por Nou Barris porque había muy poca red y mucha gente necesita el metro', afirmó Pujol, quien aludió a que Pasqual Maragall defendía la llegada del metro a la Zona Franca, barrio que de momento seguirá sin este tipo de transporte.

Joan Clos, por su parte, defendió el transporte público y aseguró que el modelo de la Unión Europea 'establece que las infraestructuras del transporte urbano deben ser financiadas a largo plazo y con dinero público'.

La ampliación de las líneas 3 y 4 hasta Trinitat Nova, y la prolongación de la línea 5 entre El Carmel y Vall d'Hebron son parte del tercer convenio de infraestructura, con un presupuesto de 40.000 millones de pesetas.

La construcción de metro en Barcelona, paralizada durante años por las reticencias y la falta de fondos del Gobierno catalán, ha sido un constante campo de batalla entre el Ejecutivo que preside Jordi Pujol y la Administración municipal. Las tensiones reaparecieron ayer, ya que Pujol ha querido ver la mano de los socialistas, supuestamente muy larga, en las críticas a la pretensión de aprobar una ley que permite la privatización de la gestión del metro. Esta ley, que prevé la creación del Ente Ferroviario Catalán, ha sido en parte inspirada por el Partido Popular. Pujol dijo ayer que no quiere privatizar nada y anteayer lo aseguró Macias. Ninguno de los dos se atrevió a decir que eliminarán la disposición que les faculta para ello.