Atascos en el Alto del León
- Ni un guardia en el puerto. 'Les telefoneo indignada por una situación sufrida el pasado domingo -en verdad, cada domingo con buen tiempo-, de regreso de Adanero, en el puerto del Alto del León', cuenta una señora. 'El caso es que, al ver el embotellamiento que había en la entrada del túnel de Guadarrama, mi marido decidió subir el puerto. Al llegar a la cima', explica, 'el atasco de automóviles era enorme. La cosa es, desgraciadamente, muy frecuente, pero lo raro es que nadie le ponga remedio. No vi, a lo largo de dos horas de trayecto, un solo guardia civil que ordenara el tráfico o que aplicara alguna idea, como abrir un carril más para despejar la ruta. No hay derecho. No pago mis impuestos', dice, 'para que no haya un solo agente en su puesto un domingo en plena fase de retorno de decenas de miles de automovilistas'.
- Cristales destellantes de los automóviles. 'Me quejo de que los diseñadores de automóviles no hayan solucionado el problema de los reflejos de los cristales de los vehículos de turismo', se queja Alberto, al regreso de un fin de semana fuera de Madrid, según asegura. 'A estas alturas, y durante demasiadas horas del día, cuando hay sol, éste se proyecta directamente sobre los ojos del conductor del automóvil que circula detrás. ¿Tan difícil es, en plena era de la tecnología, según cacarean, solucionar un problema así?', se pregunta. '¿No será más bien que, por no pagar dos duros más a un diseñador, las grandes firmas de coches mantienen sin solución un problema fácil de resolver?'.
- Violencia. 'Digo yo si todas estas cosas tan violentas que estamos sufriendo y viendo en estos días', dice una señora de nombre Ana, 'no serán fruto, al menos en parte, de la violencia que nuestros hijos ven en televisión, en el cine y en los vídeos. En Madrid', comenta, 'aumenta cada día la violencia y nadie parece darle mucha importancia, porque las películas que se exhiben son cada vez más atroces y, pese a su atrocidad, nadie parece preocupado en los efectos que ese mal ejemplo puede causar en los niños'.
- Peligrosos fuegos. 'En los últimos días del verano proliferan fuegos artificiales en casi todas las localidades madrileñas en fiestas', advierte Sonsoles, 'y creo que debería apartarse lo más posible a los niños de los lugares donde se disparan los ingenios con tanta irresponsabilidad'.
- Correspondencia. 'Me pregunto yo', reflexiona Mario, 'si la entrega en mano de la correspondencia no es una responsabilidad propia de los funcionarios de Correos. Digo esto porque, en ocasiones, existe la costumbre de entregar el grueso de las cartas a algunos conserjes o porteros, con lo cual hay riesgo de que la confidencialidad del correo se vea alterada, si no violada. Lo digo a propósito de los caseros', explica, 'porque muchos de ellos tratan por todos los medios de deshacerse de sus inquilinos, sobre todo los de edad que pagan rentas antiguas, y muchos porteros se ven en situaciones de extrema dependencia respecto a sus empleadores, los caseros. Por ello pido un sistema que garantice la llegada de cada carta a la mano de su destinatario'.
- Lamentable abandono. 'El parque Sur', dice José Sánchez Rodríguez, 'conocido con el nombre de Emperatriz María de Austria, tras más de 40 años de existencia se encuentra en un lamentable estado de abandono'. 'El parque necesita el arreglo integral de sus jardines, de sus viales, el cuidado de su arbolado, la mejora de las instalaciones de los juegos infantiles, además del alumbrado y mobiliario. Quiero recordar a las autoridades que Madrid tiene más parques que los históricos', termina.
- Suciedad en Guadarrama. 'Sugiero a los responsables municipales de Guadarrama que se den una vueltecita por algún pueblo de las comunidades vasca, gallega o cántabra para ver si aprenden algo de limpieza urbana', propone una vecina de la localidad serrana. 'Guadarrama es un pueblo turístico, por lo cual resulta inexplicable que se encuentre tan sucio, con las aceras estropeadísimas; y, como colofón, ahora han puesto una valla impresentable, parecida a un gallinero', se queja amargamente. 'Para colmo, hay un incontrolado caos circulatorio que se convierte en algo insoportable. Lo que más me duele', reconoce, 'es que se gasten tanto dinero en los festejos, muchos millones, y tan poco en adecentar un pueblo que está hecho una guarrada'.
- El Consorcio no cumple. 'El Consorcio de Transportes no cumple sus obligaciones, sobre todo en verano', denuncia una usuaria de autobuses. 'Me refiero concretamente a las líneas de autobús 47, 247 y 81. Lo que sucede es que los atrasos se explican porque sólo hay dos vehículos para toda la línea, ya que durante el verano los han reducido, y yo me pregunto muchas cosas', dice. 'Si pagamos el mismo precio todo el año, ¿por qué no nos dan igual servicio en verano?'.
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