Jospin asegura que es necesario consultar al Parlamento antes de implicar al país en un conflicto

El primer ministro francés, Lionel Jospin, aseguró ayer que su país no se comprometerá en un conflicto junto a Estados Unidos 'sin que el Parlamento haya sido consultado plenamente'. El jefe del Gobierno apuntó incluso la posible convocatoria de una sesión extraordinaria de la Asamblea y del Senado, si no diera tiempo a esperar a la reapertura del periodo normal de sesiones -el 2 de octubre-, actitud que fue contestada por varios portavoces de la oposición con el recordatorio de que una sesión parlamentaria de carácter extraordinario es 'de la exclusiva competencia del presidente' de la República, Jacques Chirac.

'Si hay necesidad de adoptar compromisos en nombre de Francia, naturalmente el poder ejecutivo no podrá tomarlos sin consultar a la Asamblea Nacional y al Senado', había explicado Jospin. 'De momento no hemos llegado aún ahí y (si se diera el caso) veremos si hay que hacerlo en el marco de la sesión ordinaria que comenzará el 2 de octubre o antes. Depende de la cronología de los acontecimientos', añadió el primer ministro, quien reafirmó la solidaridad con Estados Unidos, pero también la 'libertad de apreciación' sobre las acciones futuras.

Estados Unidos no ha planteado todavía a Francia ninguna 'demanda específica' tras las matanzas del 11 de septiembre, según precisó horas más tarde un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Sin embargo, Jacques Chirac viajó ayer a Washington para entrevistarse con su homólogo estadounidense, Georges W. Bush. La postura adoptada por Jospin tuvo el aire de una advertencia al presidente, hecha desde París cuando Chirac volaba hacia Estados Unidos, para que no comprometa unilateralmente la participación de Francia. Todo un síntoma de que, aunque las elecciones de la primavera próxima hayan pasado a un segundo plano, el Gobierno y el presidente no se olvidan de su existencia.

La Constitución francesa estipula únicamente que corresponde al Parlamento autorizar 'la declaración de guerra'. En el conflicto del Golfo, hace 10 años, los parlamentarios fueron efectivamente consultados, pero no se hizo lo mismo respecto a la participación en la guerra de Kosovo.

Las declaraciones del primer ministro se produjeron durante una visita a varios de los centros de París desde los que se coordina el plan antiterrorista denominado Vigipirate, que implica a más de 6.000 militares y policías en misiones de control de instalaciones y personas, entre otras disposiciones. Jospin rechazó la idea de suspender los acuerdos de Schengen y afirmó que 'una cooperación judicial y policial acrecentada, a escala europea, es la clave del éxito en la lucha contra el terrorismo'. El primer ministro renovó su llamamiento a 'la sangre fría' y a la 'cooperación de la ciudadanía'.