Ford Europa advierte en Colonia de que las inversiones en Almussafes dependen del convenio

La dirección europea de Ford no está contenta con la situación de Almussafes. Por ello, ayer llamó a los sindicatos con representación en la factoría y les advirtió de que su futuro a medio y largo plazo depende de la firma del convenio colectivo, que se negocia desde hace nueve meses y que está estancado. El mensaje no era nuevo aunque sí el interlocutor. Es la primera vez que Ford Europa llama a los sindicatos a Colonia para pedirles un ejercicio de responsabilidad. La firma asignará en los próximos años nuevos modelos de los segmentos B y C, a los que Almussafes opta.

Los dos sindicatos más representativos en Almusasfes, UGT y CC OO, coincidieron en afirmar que la reunión mantenida ayer en Colonia no aportó nada nuevo. En en encuentro, el presidente y secretario del comité de empresa de Almussafes y los responsables de UGT, CC OO, CGT, PUT y Famif se reunieron con los directores de fabricación y recursos humanos de la factoría valenciana, Antonio Adés y Joaquín Alcoy y con los vicepresidente de producción y recursos humanos en Europa, John Fleming y John Walker.

Durante la hora y media que duró el encuentro, la dirección europea informó de que 'la reputación de Valencia y las posibilidades de nuevas inversiones están siendo dañadas por demandas irreales' y por el rechazo a negociar medidas de flexibilidad que ya se han tomado en otras industrias del sector, según explicaron fuentes de Ford. La empresa insistió en la necesidad de llegar a acuerdos que eviten poner 'en riesgo' futuras inversiones. Entre los planes de Ford Europa está la adjudicación de nuevos modelos de coches derivados de los segmentos del Fiesta (B)y del Focus (C). En concreto, y según aseguraron fuentes de UGT, durante la reunión los responsables de Ford Europa especificaron que tanto alguna de las nuevas versiones del modelo Ka, que Almussafes fabrica en exclusiva, como el Mazda del segmento C, que aún no se han adjudicado oficialmente a Almussafes, se podrían fabricar en otros puntos.

La dirección recordó que si bien el volumen de trabajo está garantizado por el momento con las recientes adjudicaciones de los nuevos coches Fiesta y Mazda y del motor I4, en los que se invertirán 92.500 millones de pesetas, los proyectos futuros a partir de 2005 dependerán de la eliminación del clima de conflictividad en la factoría.

El secretario general de UGT en Almussafes, Gonzalo Pino, criticó que 'no tiene sentido que nos traigan a Colonia para lo mismo que nos pueden decir por teléfono'. La única diferencia, continuó, es que 'quien lo dice es el responsable de decidir dónde van las producciones en Europa'. Pino recordó que la alta productivida y competitividad de Almussafes es su principal baza y apeló tanto a la dirección de la empresa, de la que esperan que reinicie la negociación, como al comité de empresa, para desbloquear el convenio.

Por su parte, el portavoz de CC OO en la factoría, Josep Nácher, quiso subrayar que la responsabilidad en la negociación es tanto de la empresa como de los sindicatos y criticó que la 'culpa' del estancamiento 'recaiga sólo en una parte'. Nácher también recordó que los trabajadores valencianos 'han hecho sus deberes' y que muchas veces la dirección 'ha fallado', en referencia al cierre de la planta de motores HCS.

Por el momento no hay fecha para la próxima reunión de convenio, aunque ésta se afrontará con la negociación oficial del comité de empresa pero con una división sindical cada vez más patente entre UGT y los sindicatos CC OO, CGT y PUT.