Díaz Alperi no logra encajar el palacio de congresos en el Benacantil
Una parte de la parcela del monte Benacantil de Alicante sobre la que el gobierno local del PP ha proyectado la construcción de un palacio de congresos invade la zona de la fortaleza de Santa Bárbara sujeta a 'protección integral', según los planos del avance del plan especial del castillo, el documento urbanístico con el que el alcalde, Luis Díaz Alperi, intenta legitimar ante los tribunales su proyecto insignia.
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano mantiene suspendido cautelarmente el proyecto desde el 19 de julio, precisamente por la ausencia de un plan de protección del Castillo de Santa Bárbara. El TSJ entendió que la obras del palacio podrían ocasionar un 'daño irreversible' a la fortaleza. El PP intentó construir el edificio al margen de la Ley Patrimonio, que obliga a elaborar un plan especial de protección del entorno de todos los bienes declarados de interés cultural. Cuando el TSJ suspendió las obras, Díaz Alperi aceleró la redacción del plan de protección, para aprobarlo cuanto antes y salvar la traba judicial. Pero quizá no contaba el alcalde con las pegas nada desdeñables que recoge el avance del documento. Y es que los accesos al inmueble proyectado se encuentran en un ámbito en el que, según el documento urbanístico provisional, sólo se permiten obras de restauración de la fortaleza y las murallas. No cabe, por tanto, ninguna edificación en esa franja.
El grueso del edificio se proyectó en una zona de la ladera del Benacantil a la que el avance del plan especial clasifica ahora como de protección intermedia. Este anillo de preservación, cuyo principal uso ha de ser el de parque público, constituye el espacio urbano que conforma el carácter paisajístico del castillo. Las construcciones que afecten a esta zona, dice el documento, se verán limitadas a una normativa que regule el índide de ocupación, su disposición y volumen, para así controlar su incidencia sobre la fortaleza y sus murallas.
Díaz Alperi fue ayer cauto. Por primera vez desde que anunciara la construcción del palacio en el Benacantil barruntó la posibilidad de que su proyecto insignia no se ejecute, porque 'es más importante el castillo que el palacio'. Podría ocurrir también, dijo, que el inmueble sí pueda edificarse previa modificación del proyecto. O quizá suceda, deseó, que las normas que desarrollen el plan permitan la construcción del palacio sin necesidad de alterar el proyecto del arquitecto Juan Antonio García Solera.
El avance del plan especial establece hasta seis grados de protección del entorno de la fortaleza. Los redactores del mismo admiten que su propuesta es excepcional, en tanto que lo habitual en los planes de protección de los bienes de interés cultural es establecer un perímetro de salvaguarda único y homogéneo.
Durante años ha intentando construir el palacio de congresos obviando el daño que éste podría ocasionar al entorno del monumental castillo de Santa Bárbara y ahora, cuando su proyecto insignia hace aguas -está suspendido por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ)- sostiene que es más importante preservar el entorno del monte Benacantil que corona la fortaleza que el palacio de congresos. El alcalde Díaz Alperi se deshizo ayer en elogios al plan especial que delimitará el entorno a proteger del castillo. 'Es un trabajo muy concienzudo, muy bien hecho, nada de salir del paso'. Pero si ese trabajo se incluye en el expediente del palacio no ha sido por voluntad del alcalde, que lo ha obviado, sino por imperativo del TSJ, Tribunal que ha tenido que recordar a la propia Consejería de Cultura que es indispensable delimitar el perímetros del monumento antes de realizar obras en su entorno.
La contradicción de la primera autoridad local es diáfana: ayer mantuvo el mismo argumento que durante años viene sosteniendo la oposición municipal: es más importante proteger el castillo de Santa Bárbara y el monte que el palacio.
Cuando ese documento esté aprobado definitivamente, 'en abril de 2002 siendo pesimista y en febrero de ese año siendo optimista', dijo el alcalde, se enviará al TSJ para que el Tribunal decida si levanta la suspensión cautelar del palacio. Pese a que el avance del plan deja en el aire la posibilidad de que una gran construcción pueda ocupar una parte del Benacantil, el alcalde aseguró que los técnicos municipales 'interpretan' que el palacio sí puede encajar en la ladera del monte.
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