Bush quiere al millonario saudí 'vivo o muerto'

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, volvió ayer a hablar de guerra y de Osama Bin Laden en unos términos inesperadamente duros para una jornada en la que el Gobierno trataba de enfatizar el retorno a la normalidad.

George W. Bush dijo que quería atrapar a Bin Laden 'vivo o muerto' y que la guerra tendría costes importantes.

'Ganaremos la guerra', afirmó el presidente estadounidense, 'pero eso supondrá costes'. Bush hizo estas declaraciones durante una visita al Pentágono, uno de los edificios atacados el pasado martes por un grupo terrorista al que los servicios de espionaje identifican con Bin Laden.

El presidente matizó que no quería 'venganza, sino justicia'. 'Había unos carteles en el Oeste que decían: 'Se busca, vivo o muerto', agregó, dando a entender cuál era su objetivo en lo referente al multimillonario saudí.

Bush dijo esas palabras en una conferencia de prensa improvisada y de forma espontánea inmediatamente después de estrechar la mano a cientos de soldados con empleos en el Pentágono.

La crudeza de la frase presidencial, con su referencia a unas leyes tan laxas en lo referente a garantías procesales y respeto a los acusados como las vigentes en el viejo Far West, sorprendió a la prensa, y muy probablemente también al vicepresidente, Dick Cheney.

El vicepresidente es el organizador del Gobierno y quien marca los ritmos, y para ayer había previsto que las personalidades más destacadas hablaran de la recuperación económica y la normalización de la vida cotidiana, tratando de evitar referencias a la violencia.