Un partido de centro con el 7% de los votos que decide el futuro del archipiélago
La crisis de la heterogénea mayoría que gobierna Baleares tiene su origen en una disputa por los lápices y los mapas de la ordenación territorial y el urbanismo. Un pleito de gran calado político y trascendencia económica: saber quién traza las rayas y marca los colores sobre los planos que determinan qué terrenos serán paisaje y cuáles se convertirán en solares de valor multimillonario.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.