No hay ninguna esperanza de encontrar supervivientes

Las cifras de desaparecidos aumentan y ya no hay ninguna esperanza de encontrar supervivientes. El cómputo se elevaba ayer a 4.972 desaparecidos, 200 más que el día anterior, y 152 cuerpos o restos de cuerpos recuperados, de los que tan sólo 92 han sido identificados. Ahora toca rendir tributo a los muertos. Los bomberos de Nueva York fueron los primeros en rendir homenaje a los suyos: ayer se celebró el funeral de dos de los responsables del cuerpo de bomberos, William Feehan y Peter Ganci, y del capellán, Mychal Judge, que perecieron junto con otros 350 miembros del departamento. El próximo día 23 se espera a más de un millón de personas en una ceremonia que se celebrará en Central Park para honrar la memoria de las víctimas.

El personal que lleva a cabo las labores de rastreo experimenta el cansancio y las secuelas psicológicas de tantos días de tensión. 'De pronto se te llenan los ojos de lágrimas', contó Alan Manevitz, uno de los voluntarios. 'Uno empezó a vomitar, pero se tomó un vaso de agua y volvió al trabajo'. La búsqueda se ha vuelto cada día más complicada. Ya no se usan excavadoras, sino palas, para recuperar fragmentos de cadáveres.

The New York Times aseguraba ayer que el viernes se hallaron los restos de los pasajeros de uno de los aviones que colisionaron con las torres e incluso el cuerpo de una azafata con las manos atadas. No se espera encontrar mucho más bajo el medio millón de toneladas de acero y cemento que todavía quedan por despejar.

La alcaldía de la ciudad tiene listos 30.000 sacos de plástico para recoger cada uno de los fragmentos humanos, que luego habrá que identificar con el ADN proporcionado por los familiares. Todo está siendo centralizado en el hospital Bellevue, en el centro de Manhattan, donde ha empezado este enorme y macabro rompecabezas. Los hospitales ya no reciben más heridos. La cifra se detiene en 2.300 personas.