Londres decreta el estado de alerta y desaloja la Bolsa
Tony Blair convoca a su Gabinete de emergencia en un 'búnker'
El Gobierno británico decretó el estado de alerta en todo el país y sus representaciones diplomáticas en todo el mundo al conocerse el ataque en EE UU. El primer ministro, Tony Blair, canceló todos los actos públicos, lanzó un mensaje de solidaridad con sus tradicionales aliados y convocó al Gabinete de emergencia en un búnker en algún lugar no desvelado. El edificio de la Bolsa, en el corazón de la city, fue desalojado y también buena parte del Canary Wharf, el más alto edificio de oficinas de Londres.
El Partido Conservador, que debía dar a conocer el nombre de su nuevo líder, ha retrasado el proceso de recuento durante 24 horas y decidido que la proclamación se haga mediante una escueta nota, sin ningún tipo de celebración, el próximo jueves, como señal de condolencia y respeto por el ataque. 'Es un acto monstruoso contra todo el mundo civilizado', dijo el todavía líder de la oposición, William Hague, al dar a conocer estos acuerdos.
Tony Blair, que tenía previsto intervenir ante el congreso de la federación de sindicatos, se limitó a dirigir unas breves palabras para explicar la crisis en Estados Unidos y regresar de inmediato a Londres. 'Este nuevo terrorismo de masas es el nuevo demonio del mundo moderno', dijo. 'Es perpetrado por fanáticos indiferentes a la santidad de la vida humana'.
La reina de Inglaterra envió un mensaje de condolencia al presidente de Estados Unidos, George Bush, en el que se declara 'conmocionada' por los 'increíbles' sucesos.
El Gobierno suspendió todos los vuelos a América y decretado el estado de alerta en todos los edificios oficiales, civiles y militares, en el Reino Unido. El ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, anunció que se había dado la alerta a todos los diplomáticos del Reino Unido y lanzó un llama miento para que los ciudadanos británicos fuera del país tomaran precauciones si se encontraban en zonas potencialmente peligrosas.
La bolsa de Londres, que estaba subiendo 70 puntos antes del ataque, cayó de inmediato 220 puntos hasta los 4.815. El edificio fue desalojado como medida de mera precaución.
Las medidas de excepción adoptadas por el primer ministro laborista británico tienen su razón de ser. El Reino Unido ha participado junto con Washington en reiterados ataques aéreos contra Irak desde diciembre de 1998. En dichos ataques, concentrados contra objetivos militares iraquíes emplazados en las llamadas zonas de exclusión, al sur y al norte del país, han muerto desde entonces más de 300 iraquíes. El último se produjo el pasado domingo, cuando aviones británicos y estadounidenses bombardearon con misiles defensas antiaéreas iraquíes al sur del país.
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