El BSCH achaca a un error humano el asalto a sus cajas en Alicante

Un error humano en la empresa de seguridad contratada por el Banco Santander Central Hispano (BSCH) en Alicante impidió abortar el robo multimillonario perpetrado por un grupo de delincuentes organizado durante la madrugada del pasado domingo en la oficina principal de la entidad, en el centro de la ciudad, según la versión que ayer difundió el BSCH.

Fuentes de la entidad financiera manifestaron ayer que el sistema de alarma del banco detectó sobre las 05.00 horas de la mañana la presencia de personas en la sala donde se produjo el atraco, pero el empleado de seguridad no se percató de la señal de aviso.Tres horas más tarde, sobre las ocho de la mañana, el personal de seguridad se apercibió de que el sistema de alarma había registrado la presencia de los ladrones.

Fuentes de la comisaría de Alicante informaron que el grupo de seguridad privada alertó hace unos meses a la dirección de la entidad para que subsanara 'algunas anomalías' que presentaba el sistema de seguridad de la entidad bancaria. Esta consideración fue desmentida por fuentes de la propia entidad crediticia, que recalcaron que 'la seguridad del BSCH es buena, ya que se trata del primer banco del país'.

Las primeras pesquisas apuntan a que el grupo organizado estaba integrado por al menos cuatro personas, cada una de ellas con una especialización concreta. Los delincuentes no dejaron huellas digitales que permitan su identificación. El informe elaborado por la policía alicantina ha sido remitido a la Policía Judicial de Madrid para su estudio y análisis.

La 'confidencialidad' del contenido de las 239 cajas de seguridad que fueron desvalijadas impide conocer el alcance real del robo, según fuentes del BSCH. Joyas de alto valor, documentos y dinero en efectivo, junto con una cantidad en metálico de más de tres millones de pesetas que albergaba la caja central, fue el botín del que se apoderaron los delincuentes.

Fuentes del BSCH manifestaron que la entidad cubre un contrato de seguridad tipo, que permitirá a los afectados cobrar un millón de pesetas. No obstante, las condiciones del contrato suscrito por cada usuario es personalizado y condicionará la cantidad a cobrar.