Diplomacia europea

Desde el comienzo del proceso de paz en Oriente Próximo hace una década, Estados Unidos ha resguardado celosamente su papel como único mediador relevante entre árabes e israelíes. Pero ahora que las iniciativas de paz se han colapsado y la violencia continúa, Washington prefiere quedarse al margen. (...)

A pesar de la falta de influencia y de no tener clara una política común en Oriente Próximo, los miembros de la UE han aprovechado la oportunidad. Preocupados porque el vacío diplomático pueda desencadenar un conflicto regional más amplio, los encargados de la política exterior europea están retomando las conversaciones con los líderes palestino e israelí.

Javier Solana, jefe de la política exterior europea, ha estado en la zona esta semana para preparar el terreno de lo que él espera sean una serie de reuniones entre Yasir Arafat y Simón Peres. (...) Por supuesto que hay límites precisos a lo que la UE puede conseguir por sí misma. No hay todavía ninguna garantía de que se celebre la reunión Peres-Arafat, y aún menos de que se consiga un alto el fuego perdurable. (...) Europa tiene mucha menos influencia que EE UU y aún no se ha ganado la confianza de Israel.

En el mejor de los casos, los esfuerzos europeos llevarán a una reanudación de alguna clase de diálogo político y a una reducción en el nivel de violencia, que quizá estimule un mayor compromiso de EE UU. Si no puede hacer nada más, la UE (...) puede al menos prevenir un empeoramiento de la crisis.

Londres, 7 de septiembre