Barnard lo hizo
Ha muerto el doctor Barnard, artífice del primer trasplante de corazón. Personaje controvertido y de vida azarosa, desde el punto de vista de un trasplantado de corazón como nosotros lo que se valora y queda es su capacidad de decisión y riesgo para llevar a cabo, en contra de instancias y legalidades, el primer trasplante de corazón. Desde aquel 3 de diciembre de 1967, fecha histórica para la humanidad y especialmente para los trasplantados de corazón, muchos hemos podido sobrevivir gracias a esa nueva técnica.
Estos días se está discutiendo sobre nuevas técnicas de tratamiento de enfermedades, algunas incurables, a través de la creación o modificación de células. Algo parecido ocurrió entonces con los trasplantes. Las leyes vigentes y las reservas éticas no eran propicias a la nueva técnica. En cambio, hoy no sólo consideramos legal y ético el trasplante de corazón, sino que, en muchísimas situaciones, es la única salida a una muerte segura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.