Dos creadoras de moda de Bilbao desembarcan hoy con sus colecciones en la Pasarela Cibeles

La Pasarela Cibeles, que se ha desarrollado estos días en Madrid con las propuestas para la primavera-verano de 2002, estrena este año por primera vez una jornada de cierre dedicada a los jóvenes creadores de moda. Hoy, en tres desfiles dobles, desembarcan en Cibeles algunos nombres que pueden ser una bocanada de aire fresco y nuevas ideas para un sector en constante crisis. De estos creadores, dos son de Bilbao, Elisa Amann y Miriam Ocariz, con voces muy particulares y con un estilo que ya las distingue de los muestrarios comerciales y las tendencias al uso.

El ingreso en la Pasarela Cibeles de estas dos modistas bilbaínas, que reciben ayudas de la Diputación de Vizcaya y de la Asociación de la Moda Vasca, se produce a instancia de los organizadores del salón madrileño, que llamaron a ambas conminándolas a presentar informes técnicos que se convirtieron en solicitudes de participación. Elisa Amann aclara: 'Me llamaron ellos, y hay que aprovechar las oportunidades'. Miriam Ocariz coincide en cómo llegó a la pasarela anual de la moda en Madrid: 'Cibeles me llamó y mandé un dossier'.

Elisa Amann procede de los estudios de Bellas Artes y desde hace una década está vinculada a la moda creativa. Su primera colección data de 1994 y su aventura la llevó desde 1998 a salones de París. Tres años antes se había dado a conocer en el Gaudí de Barcelona, aunque hace apenas dos años que Amann figura empresarialmente con nombre propio.

Plasmar una idea

Su concepción de la moda la aleja de lo comercial puro y duro. 'Parto de lo artístico, de mi formación, y uso la moda como forma de expresión. Los desfiles son la manera de plasmar una idea', explica la creadora bilbaína.

El título de la colección de Amann que presenta hoy en Cibeles es toda una declaración de principios, Lentejuelas en el fango. 'La idea central es el proceso de vestir una muñeca, como hacen los niños cuando juegan, el vestido desnudo; y va desde la muñeca nueva con mucho colorido a una envejecida'.

Elisa trabaja el punto desde un criterio informalista. 'No me veo insertada en ninguna corriente, ni dentro de las tendencias', dice sobre su estilo creativo. La ropa de esta diseñadora se muestra como una sucesión de superposiciones, donde unas capas tapan a otras o las sugieren.

La otra representante vasca en este desfile de nuevos creadores de la cita madrileña, Miriam Ocariz, licenciada en Bellas Artes, comenzó su andadura con la moda en 1994 y presentó su primera colección en el año 1996. Desfiló por primera vez en Gaudí y ya ha ido a vender su trabajo a la feria de París.

Serigrafiados artesanos

Su proceso de creación está ligado a las técnicas del grabado con serigrafiados artesanos que produce ella misma, que explica: 'Uso los lazos, que para mí son un símbolo que empleo desde hace años'. Las prendas están muy elaboradas y eso limita su crecimiento industrial, pero esto no le preocupa especialmente. 'También hago algo de hombre y en la ropa de mujer están presntes además las referencias masculinas junto a lo puramente femenino y una mezcla de lo sofisticado y lo ingenuo', apunta. Ocariz usa el algodón, la seda, la lana fría y la batista, reconociendo su relación tangencial con los clásicos, desde Balenciaga a Saint Laurent.

Las otras firmas jóvenes que participan hoy en la jornada de los noveles son Ailanto, Spastor, Alma Aguilar y Yohuate.