París toma la iniciativa operística
Las tres creaciones operísticas de los últimos cinco años que, al menos a nivel europeo, han despertado una admiración más unánime de especialistas y público son, seguramente, La chica de las cerillas, de Helmut Lachenmann, a partir de textos de Hans Christian Andersen, Gudrun Ensslin y Leonardo da Vinci; Las tres hermanas, de Peter Eötvös, basada en la obra dramática de Chéjov, y El amor de lejos, de Kaija Saariaho, con un libreto de Amin Maalouf sobre temas medievales. Las tres se podrán ver y escuchar en París antes de finalizar el año. Se estrenaron, respectivamente, en Hamburgo, Lyón y Salzburgo, con puestas en escena de Peter Mussbach, Ushio Amagatsu y Peter Sellars. París acoge la ópera de Lachenmann, dirigida por Lothar Zagrosek, desde el próximo 17 en el Palais Garnier, en el marco del Festival de Otoño. Las de Eötvös y Saariaho son los dos primeros títulos de la temporada del teatro Châtelet. Los datos expuestos así, sucintamente, hablan por sí mismos de la capacidad de una ciudad y sus instituciones culturales para estar al día en lo que a tendencias líricas se refiere. La normalidad operística debería contemplar precisamente una convivencia del repertorio más convencional con títulos antiguos y actuales. No suele ser así. Lo de París es un espejismo, si se analiza el fenómeno con horizontes más amplios.
Se celebra también en París, del 13 al 19 de septiembre, la segunda edición de Alternative Lyrique, una bienal europea de compañías líricas, que este año cuenta con el estreno mundial de Ce soir, Gala, del atípico compositor Richard Dubelski, y con las primeras representaciones francesas de Kantan and Damask Drum (2001), de Alexander Goehr, en una coproducción del teatro Almeida de Londres y el festival de Aldeburgh, dirigida musicalmente por David Parry e inspirada en dos piezas de teatro Nô japonés; BendelSchlemihl (2001), de Lucia Ronchetti, ópera de calle basada en un texto del escritor surafricano Ivan Vladislavic, para voz grabada, acordeón y electrónica, y Desde la gramática de los sueños (1999), seis piezas de cámara visualizadas, para dos sopranos, violonchelo, arpa, flauta y viola, de Kaija Saariaho, en una colaboración del Festival de Helsinki y el Museo Kiasma de arte contemporáneo de la capital finlandesa. El festival francés de lírica alternativa recupera asimismo una ópera de cámara de Giacinto Scelsi de 1998, con la compañía de Burdeos Le Grain, y la puesta en escena de Claude Régy para Diario de un desaparecido, de Leos Janácek, presentada el pasado verano en el festival de Aix-en Provence e invitada a la Trienal del Ruhr en septiembre de 2002. Los espectáculos tendrán lugar en diferentes espacios de La Villette y en el teatro de Nanterre-Amandiers.
París toma, pues, la iniciativa operística en estas semanas de final del verano, pero no está sola. Estrasburgo, sin salirnos de Francia, comienza el 21 de septiembre su festival internacional de músicas de hoy, con una atención especial a los compositores italianos Giorgio Battistelli y Salvatore Sciarrino, de los que se escenificarán sus óperas Impresiones de África y Lohengrin. La inquietud por las óperas actuales no se limita, en cualquier caso, al país vecino. La sección musical de la Bienal de Venecia estrena el próximo 29 Camera obscura, de Marco di Bari, en colaboración con el teatro Verdi de Trieste, donde se repondrá a primeros de octubre, y algo más lejos, en Oslo, el festival Ultima 2001 tiene previstos en octubre varios espectáculos escenificados de Cecilie Ore con Paal-Helge Haugen, Svem-David Sandström y Olav Anton Thommessen.
La música reciente afronta así el despegue del curso con fuerza. En este contexto, aunque no cuente con propuestas escénicas, llama la atención el próximo Festival de Música Contemporánea de Alicante, entre el 27 de septiembre y el 7 de octubre, con un enfoque determinante desde la juventud del intérprete y el destacado protagonismo, por primera vez en el Festival, de la Joven Orquesta Nacional de España (Jonde). La presencia del compositor Jorge Fernández Guerra, al frente del Centro de Difusión de la Música Contemporánea, ha dado un nuevo aire -más imaginativo, más incisivo, más espontáneo, más atractivo- a una de las convocatorias simbólicas de la creación sonora en nuestro país.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.