La vuelta
Aunque el veraneo puede estar más cerca de una mudanza que de un viaje, y por mucho que nos lamentemos del fin de las vacaciones, la verdad es que la vuelta a casa tiene también el buen sabor de lo conocido, la intimidad, las cosas que dejamos a medio hacer y los libros a medio leer, nuestra butaca sobada, nuestra almohada, nuestro desorden, nuestro calor y nuestras noticias del lugar. Al mismo tiempo comienza el movimiento de trabajo, de tráfico, de tapas y copas, de amigos, de estrenos y actividades lúdicas o culturales propias de una gran ciudad; se penetra en la rutina de golpe y sin gran dificultad.
Todo vuelve a la normalidad. Lo único que me ha sorprendido son algunas noticias particulares de Sevilla y no porque sean muy nuevas -las ciudades no cambian mucho en 15 días ni en un mes- sino porque al marcharme se me olvidaron y a la vuelta me han chocado tal como si volviera de Francfurt y nunca hubiera oído hablar de ellas.
-¿Estás enterado?: en septiembre vamos a tener una Feria de San Isidro. -¿De San Isidro? -Sí, con casetas y todo. -Pero si eso es en Madrid. -Pues no importa; ahora la vamos a tener aquí también. -¿No será la de San Miguel? -Ah!, bueno, San Miguel.
Debe ser efecto del distanciamiento. Pasa cuando estás mucho tiempo metida y encerrada en el mismo lugar: te dejas llevar día a día por los acontecimientos sin encontrar motivo de extrañeza, pero después de un distanciamiento ves las cosas de diferente manera. Es elemental. Y la verdad es que hace ya mucho tiempo que venimos oyendo comentar sobre nuestra obsesión por las fiestas y sobre la posibilidad de nuestro desarrollo económico a base de multiplicarlas, pero era un comentario con cierta dosis de guasa y hasta ahora no lo habíamos pensado, yo por lo menos, tan cierto y tan cerca. Aún nos cabría una tercera durante las Navidades, que es buen momento para los países nórdicos. Mientras más ferias más turismo, y es mucho más fácil producir ferias que ordenadores, por poner un ejemplo. Lo nuestro es la celebración, aunque sea la celebración de la celebración, como puede ser el hecho de conmemorar la conmemoración del Quinto Centenario. Pero ya estamos de vuelta y es posible que en pocos días encontremos todo normal.
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