Putin presta un apoyo con matices a Sharon

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó ayer que desea un mayor acercamiento a Israel sin perder sus tradicionales relaciones de amistad con los palestinos y los Estados árabes. En una entrevista con el jefe del Gobierno israelí, Ariel Sharon, ayer en el Kremlin, Putin dijo estar preocupado por la situación en Israel, tanto más cuanto una 'importante parte de la población' de aquel país está constituida por emigrantes de Rusia. El líder ruso aseguró ser 'sensible' al destino de sus antiguos compatriotas y estar interesado en su 'bienestar y seguridad'. Los emigrantes de la antigua Unión Soviética (cerca de un millón de personas) son una quinta parte de la población de Israel.

Pese a que los ciudadanos ex soviéticos de Israel tienen un papel en la política exterior de Putin, el presidente dejó ayer muy claro que su país seguirá manteniendo una posición de ecuanimidad en el conflicto. Rusia tiene tradicionales buenas relaciones con los árabes y los representantes de la Autoridad Palestina, señaló. Moscú, agregó Putin, está dispuesta a ayudar a regular el conflicto de Oriente Próximo 'en la medida en que lo estén los israelíes y palestinos'. Una delegación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) llegará a Moscú tras la visita del primer ministro israelí. El presidente ruso reiteró su posición categórica en contra del terrorismo, pero se resistió aparentemente a los intentos de Sharon de obligarle a presionar al líder de la OLP, Yasir Arafat.

Otro de los objetivos de la visita de Sharon a Moscú era convencer a los interlocutores rusos de que deben evitar la transferencia de tecnología a Irán e impedir que este país construya una bomba nuclear y misiles. Moscú planea la construcción de nuevas centrales nucleares en este país. El ministro de Defensa de Irán, el almirante Alí Shamjaní, retrasó el viaje que debía realizar a Moscú para que no coincidiera con el del primer ministro israelí.