Chirac propone que Europa tenga una Constitución en el año 2004

'Los países miembros de la Unión Europea (UE) tienen que afirmar de manera más decidida sus referencias comunes, sus valores, los principios en los que creen. Adoptar una Constitución contribuiría a ello', declaró ayer en París Jacques Chirac. El presidente francés daba una recepción en honor de los embajadores franceses en el extranjero y aprovechó la oportunidad para formular un discurso que abre el nuevo curso político.

Para Chirac, 'la UE ofrece aún la imagen de un gigante económico cuyo peso político no está a la altura del lugar que ocupa en el mundo'. La idea de una Constitución, que ya formuló en el Bundestag (Cámara baja del Parlamento alemán) en junio de 2000, dijo Chirac, 'sigue haciendo su camino. Actuemos para que vea la luz el año 2004'.

La elección de ese año como frontera responde a que es en ese momento cuando algunos de los países del Este debieran comenzar a incorporarse a la UE y Chirac estima que hay que buscar cimientos comunes para poder hacer convivir tantas disparidades. El fiasco de la cumbre de Niza el pasado mes de diciembre empuja a Chirac a tomar iniciativas sobre la cuestión europea, pero también lo hace la proximidad de las elecciones presidenciales del año 2002 y la necesidad de privar de temas y argumentos a sus rivales, especialmente al europeísta François Bayrou.

Proyecto común El presidente francés sugirió la conveniencia de que esa carta magna de la UE fuese un texto que 'agrupase a los europeos permitiéndoles, a través de acto de aprobación solemne, identificarse a un proyecto'.

El europeísmo de Jacques Chirac es relativamente reciente. En los años setenta estaba en contra de la existencia misma de un Parlamento continental y de que sus diputados fueran elegidos por voto popular, buscando incluso la alianza con los euroescépticos británicos para frenar la creación de dicha asamblea. En 1978 hablaba del 'partido del extranjero' para referirse a cualquier europeísta. En 1993, para sorpresa de su partido y de parte de su electorado, respaldó el Tratado de Maastricht.

Ayer, en el Elíseo, Chirac se felicitó, en cambio, de los pequeños pasos que va dando la Europa de la Defensa, calificando de 'central' el papel desempeñado por la UE en Macedonia, al tiempo que lamentaba que 'Europa no sea aún uno de los principales polos de equilibrio del mundo, aportando su visión propia'.

El presidente francés también se refirió a la situación en Oriente Próximo, al afirmar que 'Israel no obtendrá la seguridad a largo plazo sin el reconocimiento de un Estado palestino digno y viable y sin un acuerdo de paz con el conjunto de los países árabes', y defendió el mantenimiento del Tratado de Antimisiles Balísticos (ABM), firmado por Estados Unidos y la URSS en 1972, como pieza clave del equilibrio estratégico mundial.