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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El futuro de la energía nuclear

Me gustaría comentar algunos aspectos del editorial Relevo pronuclear, publicado el pasado lunes. Respecto al accidente de Chernóbil, hay que señalar que cualquier parecido de las centrales RBMK con las occidentales es pura coincidencia: la concepción misma del reactor, los sistemas de seguridad y los procedimientos de formación y actuación de los operadores hacen que se pueda afirmar con rotundidad que este tipo de centrales nunca hubieran obtenido la licencia de explotación fuera de países del antiguo bloque soviético.

En lo referente a los residuos de alta actividad, mientras se espera a que el desarrollo de la tecnología pueda ofrecer otra solución distinta a la del AGP (Almacenamiento Geológico Profundo), del que ya se está construyendo uno en Finlandia, no existen grandes dificultades para el almacenamiento transitorio de los residuos, puesto que su ritmo de producción es muy inferior al de muchos otros tipo de industria. En cualquier caso, la industria nuclear es la única en la que hasta el último centímetro cúbico de residuo está controlado y sometido a los más estrictos sistemas de seguridad, mientras en el mundo existen cantidades ingentes de residuos de otro tipo de industrias conteniendo arsénico, mercurio y otros elementos peligrosos con mínima o nula vigilancia y que no parecen preocupar tanto. Sobre las decisiones tomadas por los gobiernos de Suecia y Alemania, allí la mayoría de los que se oponen a la energía nuclear se oponen también a la construcción de centrales térmicas (de carbón, fuel o gas), planteando unas soluciones idílicas e idealistas, que hacen dudar de la seriedad de quienes las proponen. Con esto lo que se va a conseguir es que se llegue al mercado eléctrico único en Europa y que cuando al consumidor le llegue la oferta de Electricité De France, con el kilovatio-hora más barato, les contrate su suministro, y ya sabemos que casi el 80% de la electricidad francesa es de origen nuclear.

La sustitución de centrales nucleares por parques eólicos es utópica, no sólo porque una central media en términos de potencia equivale a unos 1.800 aerogeneradores, sino especialmente por la garantía de suministro: ¿y si no hace viento? Respecto a los ciclos combinados de gas, existe la dificultad de establecer la viabilidad de explotación en unas centrales cuyo combustible puede incrementar su precio un 300%, como ocurrió el año pasado en algunos lugares. Además puede resultar arriesgado dar la parte principal de la cuota de generación a un producto, al gas natural, cuyo suministro proviene principalmente de estados que no pueden ser considerados como estables: Argelia y Rusia.

El problema histórico de la energía nuclear en España y en otros países ha sido el de la falta de información al público. La estrategia de comunicación de las centrales ha sido la de seguir el dicho inglés de 'no news, good news' (mientras no se hable de nosotros es que todo va bien). Por el contrario en Francia, donde millones de personas han visitado una central, la aceptación de este tipo de energía es mayoritaria, pese a gobernar una coalición de socialistas (últimamente tan opuestos en varios países europeos a ella) y verdes, y donde la ministra de Medio Ambiente pertenece a este último partido.

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