Garzón envía a prisión al etarra Urrusolo, acusado de 16 asesinatos y 2 secuestros

José Luis Urrusolo Sistiaga es conocido como el etarra de las mil caras por su facilidad para escapar de la policía. Con dos horas de retraso, el vuelo de Air France que traía a España a uno de los etarras más sanguinarios tomó tierra en el aeropuerto de Barajas a mediodía de ayer. La comisión judicial de la Audiencia Nacional que le esperaba en pista le instó a someterse a un reconocimiento médico, lo que Urrusolo rechazó porque, según dijo, se encontraba en buena forma.

Urrusolo fue conducido esposado al Juzgado Central de Instrucción número 5 y una vez allí el terrorista, que estuvo asistido por el abogado de Gestoras Pro Amnistía Zigor Reizabal, compareció sin las esposas y con un ejemplar del diario abertzale Egunkaria. Junto a Garzón se encontraban el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos, y el fiscal Enrique Molina. También asistieron a la declaración los abogados de la familia del ex secretario de Estado para las Autonomías y catedrático de Derecho Manuel Broseta, una de las víctimas mortales de Urrusolo. Broseta fue asesinado en Valencia el 15 de enero de 1992.

En su breve comparecencia de diez minutos ante el juez Garzón, Urrusolo respondió a una sola pregunta, referente al tiempo que llevaba fuera del País Vasco. El terrorista señaló que siempre se había sentido allí y, ante la insistencia del magistrado, contestó que llevaba 20 años fuera de España.

Entre las causas por las que Francia ha procedido a la extradición de Urrusolo figuran varios de los asesinatos de los que está acusado. También será juzgado por delitos de depósitos de armas y explosivos, falsificación de matrículas, estragos, detención ilegal, lesiones, secuestro y pertenencia a banda armada, entre otros.

Las Fuerzas de Seguridad le atribuyen la intervención, de forma directa o indirecta, en una treintena de atentados que se saldaron con 16 muertos.

La facilidad de Urrusolo para cambiar de aspecto contribuyó a que su actividad criminal se extendiese durante dos décadas, aunque sus etapas más activas se desarrollaron cuando estuvo integrado en el comando Madrid, a principios de los ochenta, y en 1991 y 1992, cuando dirigía el comando Ekaitz y llegó a vivir en una caravana en las inmediaciones del campo de fútbol del Español, en Barcelona.

Urrusolo, a quien se le atribuyeron diferencias de criterio con Francisco Mujika Garmendia, Pakito, cuando éste dirigía ETA -se encuentra también en la cárcel de Soto del Real en la que ayer ingresó Urrusolo-, fue detenido por la policía francesa el 16 de enero de 1997 en un control de carretera en la localidad de Sait Foi La Grande, cerca de Burdeos.

En su última etapa, antes de ser detenido, actuaba como dinamizador del comando Madrid de ETA, al que entregaba dinero, adiestraba e incluso daba formación logística para la preparación de atentados con coche bomba.