Bush paraliza la regularización de inmigrantes mexicanos

La regularización masiva de inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, inicialmente prevista para este año y que debería beneficiar al menos a un millón de personas, ha quedado aparcada. El presidente George W. Bush la anunció con gran entusiasmo en su primera entrevista con el presidente de México, Vicente Fox; el 9 de agosto, los jefes de la diplomacia de ambos países, Colin Powell y Jorge G. Castañeda, admitieron que no estaría a punto para la siguiente reunión presidencial, a finales de septiembre, pero dieron como razonable la fecha del 31 de diciembre; Bush piensa ahora en congelarla al menos hasta finales del año próximo.

'El presidente me ha comentado que debemos ser cautelosos y no prometer en exceso. El sistema (parlamentario) se resiste a estas medidas. El presidente quiere cambio, pero lo quiere de forma ordenada y razonable', declaró Chris Cannon, miembro de la Cámara de Representantes y delegado presidencial para cuestiones de inmigración, al diario The Washington Post. Cannon añadió que le parecía poco probable que la ley de regularización pudiera aprobarse en la presente legislatura. 'Quizá haya que esperar hasta después de las próximas elecciones legislativas', en otoño de 2002, dijo el representante republicano.

Diversos representantes y senadores, sobre todo en el bando republicano, han expresado su oposición a la ley de regularización porque consideran que supondría una recompensa a la inmigración ilegal y, por tanto, la incrementaría. 'No disponemos del espacio político necesario para sacar adelante la ley', reconoció Rich Bond, un dirigente republicano que actúa como enlace con las asociaciones de inmigrantes. No está nada claro, sin embargo, que ese 'espacio' exista tras las elecciones.

'El aplazamiento será muy mal recibido por los inmigrantes y por la comunidad hispana, cuyo voto corteja Bush; las expectativas eran muy grandes y esta noticia puede ser un desastre político para los republicanos', opinó Gabriela Lemus, que ha negociado con la Casa Blanca el borrador de la ley.