Un ajuste de cuentas, posible móvil del asesinato de una pareja en Usera

Un ajuste de cuentas es el posible móvil del doble crimen ocurrido en la noche del jueves frente al número 9 de la calle de Manuel Noya (Usera), según informó ayer un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. Los investigadores intentan averiguar aún si se trata de un asesinato entre bandas rivales o si se produjo en el seno de una misma organización delictiva.

Si se tratase de este último supuesto, los agentes sospechan que el hombre y la mujer asesinados -ambos colombianos- podrían haberse quedado con dinero o alguna otra mercancía que pertenecía a la banda durante una transacción.

La pareja asesinada se hallaba a las 22.45 del pasado jueves en el interior de un automóvil -un Seat Ibiza de color rojo con matrícula de Ma-drid- estacionado en batería en la calle de Manuel Noya. Un Peugeot 405, de color blanco, ocupado por dos personas, se detuvo junto al Seat Ibiza. El hombre que iba en el asiento del copiloto del Peugeot salió del vehículo, sacó una pistola automática y comenzó a disparar a quemarropa, sin mediar palabra, contra la pareja, según informaron varios testigos.

La mujer, que estaba sentada en el asiento del copiloto, recibió dos impactos en la cabeza y falleció al instante. Su compañero, el conductor, sufrió dos balazos en el pecho. Herido de muerte, trató de huir. Arrancó el coche y circuló unos metros, pero el turismo quedó parado en mitad de la calzada. El pistolero se metió entonces en el Peugeot, que seguía con el motor en marcha, y se dio a la fuga a gran velocidad.La policía busca al sicario de una banda como supuesto asesino a sueldo, encargado de matar a la pareja de colombianos que estaba en el interior del Seat Ibiza. El sicario cumplió con su objetivo: disparó con frialdad, a quemarropa y sin mediar palabra.

La mujer sufrió dos disparos en el cuello, según informó el portavoz del Samur, y falleció al instante. Quedó sentada en el coche con la cabeza apoyada sobre la puerta, con la ventanilla bajada. Su sangre llegó hasta el asfalto. Su compañero sufrió dos tiros en el pecho. Falleció una hora después en el hospital Doce de Octubre, donde fue trasladado por una ambulancia del Samur-Protección Civil.

Los investigadores encontraron entre la ropa del fallecido un carné de conducir colombiano. En el bolso de su compañera asesinada había unos recibos de la oficina de Correos, de envíos efectuados a Colombia. La policía no ha facilitado la identidad que figura en el carné de conducir, ni la de la persona que remite los envíos postales porque la investigación continúa abierta a la espera de que se efectúen detenciones. La Brigada de Policía Científica, por su parte, recogió los casquillos de bala encontrados en el escenario del crimen para comprobar si el arma empleada en esta ocasión ya lo ha sido con anterioridad.

Los cuerpos de los fallecidos se encuentran en el Instituto Anatómico Forense. En el día de ayer nadie reclamó sus restos.

Las detonaciones de los disparos causaron una gran alarma en la calle de Manuel Noya, dentro de la colonia del Cerrillo, donde, a las 22.45, había gente sentada en terrazas de bares y vecinos charlando. En el barrio hay una numerosa población inmigrante, en su mayoría procedente de Ecuador y Colombia, que ha llegado a la zona a lo largo de los últimos dos años.

Este doble asesinato eleva a 53 el número de personas asesinadas en la región en lo que va de año. En el mismo periodo del año pasado, la cifra fue de 34 fallecidos, lo que supone un aumento del 50% en sólo 12 meses. Este verano, además, ha sido aciago: 13 homicidios en las últimas seis semanas.