"No se debe cerrar la puerta a ningún tipo de consulta si hay paz"
Odón Elorza (San Sebastián, 1955), alcalde donostiarra desde 1991, comparte desde hace dos años con el PP un gobierno municipal salpicado de discrepancias. No coincide con su forma de concebir la ciudad ni el país, como tampoco comparte todos los postulados de su propio partido, el socialista.
Odón Elorza (San Sebastián, 1955), alcalde donostiarra desde 1991, comparte desde hace dos años con el PP un gobierno municipal salpicado de discrepancias. No coincide con su forma de concebir la ciudad ni el país, como tampoco comparte todos los postulados de su propio partido, el socialista. Elorza, convencido de que hay que regenerar la política en Euskadi, cree que 'hay alcanzar un acuerdo de máximos en el desarrollo de autogobierno, sin cerrar la puerta a futuro, en condiciones de plena normalidad democrática, a cualquier otro tipo de consulta'.
Pregunta. ¿Sus permanentes discrepancias con María San Gil, son reales o para la prensa?
Respuesta. Yo no he generado nunca una polémica con esa señora. Lo que pasa es que el PP se ha fijado como objetivo la alcaldía de San Sebastián a cualquier precio. No la consiguió Mayor Oreja ni tampoco María San Gil y esto les ha llevado a utilizar todo tipo de artilugios para desacreditarme. Se están distanciando peligrosamente de muchos proyectos de progreso: políticas de vivienda, peatonalizaciones, el proyecto cultural para Tabacalera,...
P. ¿Se arrepiente de haber formado gobierno con ellos?
R. No tenía otra opción. PNV-EA se negó a participar siquiera en las conversaciones a raíz de aquel acuerdo que tenía con HB y aquel medio pacto con ETA. Pero creo que los ciudadanos saben que no cedí ni estoy cediendo nada en el programa de gobierno que elaboré.
P. ¿Está diciendo que quien cedió en todo fue el PP?
R. No pusieron ninguna pega ni plantearon ninguna alternativa porque lo único que les interesaba era entrar en las concejalías. Ya veremos cuánto dura el juego de los desencuentros. Hay que entender que, por ejemplo, me entero por la prensa de que me piden que vuelva a organizar la comitiva de la Salve.
P. Ellos le acusan de deslealtad, porque tampoco se han enterado por usted otras iniciativas, como la colocación de la escultura de Oteiza...
R. No es cierto. Creo que desempeñan una labor un poco esquizofrénica: los días pares se sienten del equipo de gobierno y los impares de la oposición. Pero es como si el calendario tuviera días impares seguidos, lo que es peligroso porque están superando el 50% del juego.
P. ¿Las diferencias suponen un freno para el programa?
R. No, porque los proyectos sintonizan con los ciudadanos. Y a la hora de la verdad, o bien con el PP que tiene que rectificar, o con algún partido de la oposición, las propuestas salen y no ha habido que renunciar a ninguna.
P. ¿Qué mandato le está resultando más difícil?
R. Con el gobierno anterior había una correlación de fuerzas más complicadas. Nosotros éramos siete y EA-PNV, ocho. En este caso, muchos temas son competencia del alcalde y de la comisión de gobierno y ahí el PSE tiene mayoría. Es más lo que pueda significar de situación inestable por comentarios del PP que la interferencia sobre los proyectos. Creo que no estamos peor que hace cuatro años aunque sí tengo que reiterar que hubiera sido muy interesante que dentro del gobierno estuviese también el PNV-EA.
P. ¿Cuál ha sido el peor momento de estos años?
R. Cada vez que la portavoz del PP se despacha a gusto y se dedica a criticarme en el plano extramunicipal. Quizá lo que más me dolió fue la cantidad de acusaciones que me hicieron a todos los niveles cuando se me ocurrió organizar un concierto de homenaje a Ernest Lluch. Y cuando no fui a una manifestación [organizada por Basta Ya] porque no estaba de acuerdo con sus objetivos.
P. ¿Por qué?
R. Se estaba avanzando en una estrategia de confrontación, que siempre me pareció una auténtica barbaridad y una aberración. No concibo la sociedad, ni la ciudad ni el país como el PP; por tanto, el que tengamos discrepancias es algo lógico y hasta sano. No coincido con ellos, esa es la verdad.
P. ¿Y con su partido?
R. En algunas cosas sí y en otras no. Estar en un partido no significa participar de algo así como de una religión. Concibo un partido de izquierdas como plural, donde hay posibilidad de discrepar dentro de unas elementales normas de lealtad. Y creo poder decir que, habiendo cometido por mi parte muchos errores, la estrategia del partido socialista, aunque demasiado lentamente, indica que el tiempo me irá dando la razón.
P. ¿Le han llamado muchas veces la atención?
R. Varias. Y lo que hay que hacer, esté o no justificado, es actuar con humildad y morderse la lengua a menudo. Es importante hacer un discurso democrático, a favor de la unidad democrática ante el terrorismo, para ampliar el consenso a la mayor parte de las fuerzas políticas, por no decir a todas.
P. ¿Hacia dónde cree que hay que mirar?
R. Hay que regenerar la política en Euskadi. Esto significa dejar de lado planteamientos excluyentes y frentistas. Y también intentar llegar a una unidad, tanto para poner fin a la violencia, como para alcanzar un acuerdo de máximos en el desarrollo de autogobierno sin cerrar la puerta a futuro, en condiciones de plena normalidad democrática, a cualquier otro tipo de consulta.
P. ¿Cuáles son las asignaturas pendientes de la ciudad?
R. La más importante es pegar un acelerón a las 5.000 viviendas de VPO que tenemos entre manos, que nos permitan mitigar la problemática de la vivienda cara. También está la estación de autobuses, el Museo San Telmo, el proyecto de un centro de arte compotemporáneo en Tabacalera,...
P. ¿San Sebastián tiene que avanzar en su especialización cultural?
R. Ése debe ser su principal punto fuerte porque tiene las condiciones y la potencialidad para ser una gran capital cultural europea a pesar de su tamaño. Después, debe ser una ciudad con un paisaje muy cuidado, con la recuperación de Urgull y del río, el saneamiento de las aguas residuales que se vierten al mar, la revitalización de parques como Cristina Enea...
P. En ocasiones ha criticado al Gobierno vasco por apostar más por las otras capitales.
R. La coyuntura ha favorecido un impulso que Bilbao necesitaba y que ha sido bueno para todo el País Vasco. Ahora, se ha implicado en Tabacalera, [El ex consejero de Educación Inaxio] Oliveri hizo una apuesta decisiva para mantener aquí el Conservatorio Superior. Y ahora tenemos que conseguir que se impliquen en la implantación de un tranvía ligero.
P. Antes están las fiestas, que comienzan hoy. Muchos las cuestionan...
R. No tienen la tradición de aquellas que forman parte de la idiosincrasia de la ciudad, como la Tamborrada. Son fiestas de verano que se han ido potenciando, pero creo que tenemos una oferta excepcional.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.