Maragall presentará la moción de censura en octubre, 10 días después del debate de política general

El líder del PSC, Pasqual Maragall, confirmó ayer que tiene la intención de presentar el próximo mes de octubre una moción de censura contra el Gobierno que preside Jordi Pujol. Lo hará 10 días después de celebrarse el debate de política general en el Parlament. El presidente de los socialistas catalanes afirmó que su grupo 'tiene todo el derecho y la obligación de presentar esta moción ante la apatía del actual Gobierno de la Generalitat'.

Maragall subrayó que en el primer año de legislatura hubo algún indicio interesante de política en la escena catalana y aludió a la comisión presidida por Miquel Roca que esbozó un proyecto de división territorial y a la constitución de Consejo Audiovisual de Cataluña. 'En cambio, este segundo año no ha dado nada bueno y estamos inmersos en una atonía completa', reiteró.

Aunque los socialistas no han conseguido todavía el apoyo explícito de los otros grupos de izquierda en el Parlament, los 50 diputados con los que cuenta y el haber logrado más votos que CiU en las pasadas elecciones legitiman, a juicio de Maragall, la decisión de presentar la moción de censura.

La previsión del dirigente socialista es que primero se celebre el debate de política general en el Parlament e inmediatamente después su grupo presente la moción.

Maragall cenó anoche en Palafrugell con 'amigos y simpatizantes del partido'. A la cena asistieron unas 300 personas. Durante el encuentro, el líder socialista habló del nuevo sistema de financiación y de la situación de los inmigrantes.

Maragall insistió en que el nuevo sistema no mejorará sustancialmente la situación. Para reforzar su tesis, aludió a las últimas previsiones sobre el crecimiento del consumo en Cataluña, que indican que será muy inferior al del resto de las autonomías españolas. Maragall lamentó que sólo se haya abordado una de las posibles vías de financiación y reclamó la articulación de una política financiera más completa que incluyera los fondos europeos y la financiación municipal.

Respecto a la cuestión de la inmigración, tras subrayar la complejidad del problema, Maragall deploró que hubiera demasiada teoría y poca política práctica. En su opinión, la cuestión debe ser tratada con especial atención en los barrios obreros, más sensibles al problema. 'Es preciso que haya capítulos del presupuesto destinados a mejorar la dignidad y la seguridad de los barrios y las escuelas'.