Las notas se adueñan de las almenas de Buitrago
Los muros de piedra de la iglesia de Santa María del Castillo acogen un concierto de piano del festival 'Clásicos en Verano'
El arte mudéjar de la iglesia de Santa María del Castillo, enmarcada por las almenas del castillo de Buitrago de Lozoya, fue testigo de excepción, en la noche del pasado sábado, de un nuevo concierto del festival Clásicos en Verano que durante los meses de julio y agosto organiza la Consejería de Cultura para acercar la música clásica a las iglesias y castillos de los pueblos de la región.
A tenor de las actuaciones programadas por la Consejería, este templo ha debido de convertirse en uno de los lugares predilectos para celebrar este tipo de conciertos. No en vano su nave central, de muros de piedra, permite una acústica envidiable donde las notas musicales llegan puras a cada rincón de la estancia. En estas condiciones sonaron los cuatro conciertos programados en la iglesia de Buitrago: el grupo Odres de cuerda y viento, el 15 de julio; la formación barroca Lachrymae, el 22, y el dúo Sondermann y Weigel, el 29.
El último, dedicado al piano, tuvo lugar el pasado sábado. A las ocho y media de la tarde, la pianista Rosa Torres-Pardo esperaba en el atrio de la iglesia a que finalizara la misa de ocho para familiarizarse con el piano que había proporcionado la Comunidad para su concierto. Con él mantuvo, de nueve a diez de la noche, una cálida conversación entre nota y nota. No era la única que esperaba. Algunos vecinos de Buitrago se arremolinaban en torno a la artista a esa hora. Prefirieron abandonar la tertulia en algunas de las terrazas que en verano invaden el pueblo para ser testigos del concierto.
Poco antes de las nueve, concluida la misa, los 700 kilogramos del Steinway and Sons de color negro, esperaba como una parte más del ornamento del retablo del altar mayor del templo, empequeñecido por el impresionante artesonado del techo de la nave central, donde refulgían hasta 74 escudos de armas. Minutos después, la intérprete apareció, elegante con un vestido largo de color burdeos, y sedujo a los cerca de 200 asistentes, con las notas de Isaac Albéniz y Federico Mompou. Hasta los más pequeños, y algunos eran bebés, respetaron su actuación.
La concertista eligió para su actuación un programa musical basado en Los cuadernos de Iberia del extrovertido y brillante Isaac Albéniz y unos pasajes de la Música Callada del más lento Federico Mompou. De los cuatro Cuadernos de Iberia, Rosa Torres tocó dos, que fue intercalando con las piezas más cortas y pausadas de Mompou. Una hora de concierto, con un descanso de 15 minutos, que supo a poco. Casi cinco minutos de aplausos provocaron el único bis con el que agradeció la ovación.
A pesar de que fue su segunda actuación en el festival Clásicos en Verano, la pianista está convencida de que el ciclo es una 'buena fórmula' para acercar la música clásica hasta las gentes que no tienen posibilidad de acudir a un concierto en el Teatro Real o en el Auditorio Nacional. 'Si alguien acude con una cierta regularidad a estos conciertos puede adquirir un cierto conocimiento musical, como para poder iniciarse en autores y artistas', aseguró la pianista.
Los vecinos de Buitrago salieron el sábado contentos con el concierto de Rosa Torres. A pesar del anuncio de la Comunidad de cobrar una entrada 'disuasoria' en estos conciertos, para que sólo acudan a ellos quienes realmente estén interesados en escuchar este tipo de música, el concierto del Buitrago fue gratis. Acudieron hombres y mujeres solos y también familias con carritos de bebés y niños de corta edad, que se dieron cita en la explanada del interior del castillo, que alberga a la iglesia de Santa María.
Algunos quedaron tan admirados por el concierto que se quedaron para saludar a la pianista, como Luis, un joven que iba acompañado de su novia y que ya había presenciado el pasado 29 de julio el concierto de flauta y guitarra del duo formado por Sondermann y Weigel. De aquella cita confiesa que salió 'alucinando'. Entonces supo de la existencia del ciclo Clásicos en Verano. Él y su compañera decidieron esperar al 5 de agosto para acudir de nuevo y 'pasar un rato escuchando buena música'.
Aunque ha terminado en Buitrago, el festival todavía convocará a 17 artistas, que actuarán en monumentos históricos madrileños en los próximos fines de semana de agosto, además del puente del día 15. Las siguientes citas serán el sábado, día 11, en el castillo de los Mendoza de Manzanares el Real, donde actuarán M. Carmen Roqués y Marisa Arderius, y en la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de Somosierra, con José Luis Anasagasti y Liodmila Nikitina, en sendos conciertos de voz y piano.
Clásicos en Verano. Información en el teléfono 012.
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