Zaplana y Ordóñez imprimen un giro a la tensa relación del Consell con el campus de Alicante
Un sector de académicos se muestra escéptico ante las intenciones del presidente del Consell
Después de que Zaplana no pisara el campus de Alicante desde 1996, tras el conflicto abierto con el anterior rector Andrés Pedreño a raíz de la segregación decretada por el Consell de la Facultad de Medicina y el Instituto de Neurociencias para crear la Universidad de Elche, el calendario de reuniones en julio de 2001 ha sido frenético. El pasado miércoles 4 de julio el rector de la Universidad de Alicante llegaba a Valencia para reunirse con el presidente de la Generalitat, cinco años después de rotas las relaciones institucionales. Fue un encuentro 'cordial y amable' que dió el banderazo de salida a un rosario de reuniones con altos cargos del PP que nadie en la Universidad recuerda con tanta intensidad.
Tres días después el director general de Universidades, Salvador Forner -contrario en la etapa del rector Pedreño a la ampliación del campus y firme impulsor de una candidatura de oposición- asumía como suyos los planteamientos del presidente de la Generalitat favorables al crecimiento de la Universidad. Una declaración que Forner se vió obligado a hacer pública, después de reunirse con el recién rector electo Salvador Ordóñez, al anunciar que no sólo aceptaba ampliar el campus sino que, además, aceleraba la creación de una comisión mixta para recuperar proyectos puntuales del Medpark.
El desfile de altos cargos del PP continuó el siguiente lunes 9 de julio con la visita del consejero de Justicia, Carlos González Cepeda, que firmó personalmente un convenio con la Universidad para que los alumnos de Derecho realicen sus prácticas en la Administración autonómica.
La tierra prometida
El estribillo se completa con las visitas al campus de varios diputados provinciales y alcaldes del PP de Alicante y de tres directores generales interesados en suscribir convenios con la Universidad, que había sido declarada prácticamente el public enemy en la primera legislatura. En medio de este giro copernicano, el martes 17 de julio se produjo uno de los encuentros más esperados con el alcalde de Alicante, también del PP, Luis Díaz Alperi. Tras la reunión se informó que en septiembre los técnicos de ambas instituciones estudiarán la disponibilidad de 600.000 metros cuadrados para ampliar el campus. La oferta del Ayuntamiento no se limita sólo a la zona de Rabasa anexa a la actual Universidad, sino también incluye la posible cesión de la antigua Fábrica de Tabacalera o los terrenos del mercadillo de Campoamor.
No obstante, el sorpresivo cambio de actitudes del Gobierno de Zaplana a lo largo de este verano -él, que no había vuelto a pisar el suelo del campus que abandonó en octubre de 1996 airado, junto a una nutrida comitiva política, al no cederle el rector Pedreño la presidencia del acto de apertura de curso [como marca el protocolo universitario]- despierta recelos entre los acádemicos próximos al nuevo equipo de Ordóñez. Razones para la desconfianza no faltan.
Desde aquella fecha, la batalla dialéctica, de descalificaciones de dirigentes del PP hacia Pedreño y la Universidad no cesaron, llegando incluso a las amenazas del Consell de abrir investigaciones judiciales, dictar normas paralizando la ampliación para implantar el parque científico Medpark y forzando el adelanto del calendario electoral.
Ahora, cinco años después, el 20 de julio la visita de Zaplana al campus obligó a reunir de manera extraordinaria al Consejo Social y la Junta de Gobierno para que nadie tuviera duda alguna de que 'las cosas han cambiado y las relaciones se han normalizado'. Zaplana fue incluso visceral en sus declaraciones. 'Aunque le pese a alguien, hay una gran sintonía entre el rector y yo', comentó el presidente, quien desmintió, por activa y por pasiva, que durante estos cinco años las relaciones se hubieran enfriado, y achacó algunas discrepancias a 'las formas' del ex rector Pedreño.
A la semana siguiente el alcalde de Sant Vicent, municipio gobernado por un tránsfuga con el apoyo del PP, se reunió con el rector y se consiguió una disponibilidad de terrenos de 100.000 metros cuadrados para la construcción de una villa universitaria y el posible traslado de algún centro docente que vincule la localidad con la Universidad.
Pero no sólo han sido los dirigentes del PP los que han querido aprovechar esta nueva etapa institucional en el campus de Alicante, las cúpulas de los principales partidos, con Joan Ignasi Pla a la cabeza, también se han querido interesar por los planes de Salvador Ordóñez para el futuro de la Universidad. Ahora tras estas intensas semanas de reuniones protocolarias, los tecnicos trabajarán y concretarán sobre el papel estas buenas intenciones
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