Enrique Vila-Matas defiende la rebelión de la novela
El escritor español recogió en Caracas el Premio de Novela Rómulo Gallegos. Ante Hugo Chávez, el autor criticó el funcionalismo político en la literatura.
La entrega del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos a Enrique Vila-Matas no sólo ha servido para homenajear al escritor catalán, sino también para comprometer al presidente Hugo Chávez a dar un respaldo firme de continuidad a esta institución venezolana después de los temores que ha despertado la revolución cultural, iniciada por su Gobierno en febrero pasado.
En un solemne acto celebrado el jueves por la noche en la sede del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Celarg, Vila-Matas recibió 60.000 dólares, la medalla de oro y un diploma de la XII edición por su novela El viaje vertical (Anagrama).
Aunque el presidente Chávez había confirmado que asistiría a la ceremonia, a última hora no se presentó, pero envió a su ministro de Educación y Cultura, Héctor Navarro, a decir que que le había entusiasmado por completo El viaje vertical y que el apoyo gubernamental al premio permitiría aumentar su dotación para la próxima edición a 100.000 dólares.
El discurso de Vila-Matas fue ampliamente aplaudido en la ceremonia. El segundo español galardonado, después de haberlo obtenido en 1995 Javier Marías con su Mañana en la batalla piensa en mí, defendió el mestizaje de la literatura y criticó el funcionalismo político. 'Hay que ir hacia una literatura acorde con el espíritu del tiempo, una literatura mixta, mestiza, donde los límites se confundan y la realidad pueda bailar en la frontera con lo ficticio, y el ritmo borre esa frontera', dijo el escritor.
Vila-Matas manifestó su optimismo por el futuro de la novela, que en su opinión 'no sólo no ha muerto, sino que evoluciona de forma atractiva, cada vez descansa más en una sucesión de rebeliones y emancipaciones gracias a las cuales los escritores están logrando las condiciones de una literatura autónoma, pura, liberada del funcionalismo político'.
Habló también de su novela galardonada en la que un nacionalista catalán de 77 años es expulsado de casa por su mujer, justo al día siguiente de haber celebrado las bodas de oro. El hombre abandonará su ciudad y emprenderá un viaje sin retorno, con descenso vertical y paulatino cambio de identidad.
El autor de El viaje vertical reconoció que todavía no ha leído ninguna obra del novelista Rómulo Gallegos, aunque aseguró conocer a escritores venezolanos más contemporáneos como los hermanos Julio y Salvador Garmendia, José Balza, Ednodio Quintero, Ana Teresa Torres y Juan Carlos Méndez Guédez, entre otros.
Vila-Matas no piensa regresar de inmediato a España después de recibir el Premio Gallegos, sino a finales de agosto, porque quiere conocer a fondo Venezuela, visitando la isla Margarita, la selva Canaima y la ciudad andina de Mérida, donde hará una presentación de su novela.
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