Agricultura impulsa un plan de regadíos similar al del PSOE de 1996

La filosofía del plan y la superficie son similares a los del modelo del PSOE. El Plan Nacional de Regadíos ha constituido un proyecto casi permanente en las dos últimas décadas, en ocasiones una simple promesa electoral, pero sin un proyecto concreto sobre la mesa.

En febrero de 1996, semanas antes de las elecciones generales, previo acuerdo con las comunidades autónomas, el ministro socialista de Agricultura Luis Atienza presentó un proyecto de Plan Nacional de Regadíos aprobado por el gobierno. Contemplaba la mejora y modernización de 1,07 millones de hectáreas en el horizonte del año 2005, así como en la puesta de otras 157.000 hectáreas en nuevos regadíos.

Como filosofía de actuación, el Plan consideraba como objetivo prioritario la mejora y modernización de los regadíos ya existentes con la mirada puesta en el ahorro de agua y aumentar la eficiencia productiva. En segundo lugar, se dejaba el aumento de las superficies de regadío a la vista de la incertidumbre de la Política Agrícola Común y el comportamiento de los mercados.

Con el triunfo de los populares en 1996, y con Loyola de Palacio, experta del partido en cuestiones de agua, en el Ministerio de Agricultura, se bloquearon los estudios que estaban en marcha por parte de los socialistas y se procedió al encargo de nuevos trabajos.

Acto de propaganda

Dos años más tarde, en octubre de 1998, a pocos meses de que se convocasen elecciones para el Parlamento Europeo, Loyola de Palacio hizo una nueva presentación de un proyecto de Plan que se suponía para su aprobación inmediata. Sin embargo, lejos de eso, el proyecto no pasó de un acto propagandístico. La coincidencia con el plan elaborado en su día por los socialistas era prácticamente total, tanto en su filosofía, mejorar las estructuras de los regadíos ya existentes, como en el número de hectáreas sobre las que se pretendía actuar, que ascendía a 1.114.00.

El Plan actualmente en el Consejo Nacional del Agua mantiene la línea de continuidad. Pretende mejorar y modernizar 1.134.000 hectáreas, poner 138.365 hectáreas de nuevos regadíos y otras 86.426 hectáreas de regadíos sociales manteniéndose igualmente la política de financiación con unas subvenciones a la inversión del 50% en las obras de mejora y de hasta el 77% para nuevos regadíos. La inversión total será de 836.000 millones de los que 502.000 serán fondos públicos españoles y comunitarios.