De la Rúa intenta salvar su plan de ajuste tras un primer fracaso en el Senado argentino

Las reuniones entre funcionarios del gobierno, gobernadores de la oposición peronista y jefes de los grupos parlamentarios dejaron a todos sin aliento. El parlamento funcionó en un fin de semana por segunda vez en el año y por cuarta vez en su historia. El presidente Fernando de la Rúa anticipó su regreso de Perú, adonde había asistido a la toma de posesión de Alejandro Toledo, para que el presidente provisional del Senado, Mario Losada, a cargo del Ejecutivo, pudiera votar en la sesión de ayer. El jefe del gabinete de ministros, Chrystian Colombo,convenció uno a uno a sus propios senadores hasta alcanzar el número suficiente para aprobar la ley. La oposición peronista, con mayoría propia en la cámara alta, se había comprometido a aportar la cantidad necesaria de senadores para facilitar el quórum.

El objetivo máximo era llegar a tiempo con la ley aprobada por el Congreso antes de que hoy abran los mercados. La Bolsa de Nuevos Aires ha perdido un 19,8% en julio. El fin de mes era una guillotina a punto de caer sobre las esperanzas del Gobierno, que debía enfrentar sus compromisos de pago y los vencimientos de deuda de los próximos días, en medio de una creciente tensión social y de la desconfianza de los mercados.

El pasado viernes la prima del riesgo país se disparó nuevamente por encima de los 1.600 puntos y las consultoras internacionales rebajaron la calificación de la deuda argentina por debajo de Ecuador y la llevaron a niveles de riesgo comparables con la de Cuba. El retiro de fondos de los bancos alcanza niveles preocupantes (el 8% del total) y esta semana deben renovarse más del 60% de los depósitos a plazo fijo realizados en los últimos treinta días. Para disponer de dinero suficiente algunos bancos llegaron a pagar tasas de hasta el 30% en préstamos por 24 horas. La pasada semana la mayoría de los ahorradores decidió suspender la renovación de sus depósitos a plazo, cambió los pesos a dólares y los guardó en cajas de seguridad. El ministro Cavallo y el presidente Fernando de la Rúa negaron la devaluación de la moneda y ratificaron que Argentina afrontará los pagos de sus deudas, tal como estaban previstos. Cavallo dijo que 'el Gobierno está preparado para la dolarización de la economía si ése fuera el deseo de los argentinos'.

Las protestas programadas por los sindicatos contribuirán al estado de pánico en el que sobreviven cada día los ciudadanos de a pie. La llamada Corriente Clasista y Combativa a la que se adhieren 'los piqueteros', como se llama a los grupos de parados que ocupan las calles y carreteras, anuncia para hoy un corte simultáneo durante 24 horas de las principales vías del país. El Gobierno ha desplazado tropas de gendarmería a los sitios más conflictivos y ha advertido a los activistas que está dispuesto a reprimir para facilitar el libre tránsito.

En el primer semestre del año, 447 piquetes mantuvieron cortadas rutas y accesos a las principales ciudades, provocando monumentales atascos. Los líderes de la Corriente reclaman la derogación lisa y llana de los decretos de ajuste, que suponen además un límite a los subsidios encubiertos de 150 pesos del llamado 'Plan Trabajar'.