Asesinada Phoolan Devi, la legendaria 'reina de los bandidos' de India
El Parlamento guarda un minuto de silencio
Su carrera criminal sólo duró cuatro años, pero fueron suficientes para convertir a Phoolan Devi en la reina de los bandidos, uno de los personajes más conocidos, admirados y odiados de India. Su vida acabó ayer como empezó: en medio de la tragedia. A los 38 años, fue asesinada por dos hombres armados frente a su casa de Nueva Delhi. Sobre su historia, que resume gran parte de la tragedia de India, se hicieron libros, películas e innumerables reportajes.
'El poder y la autoridad'. Con estas palabras resumió, en un reportaje de la revista estadounidense Atlantic Monthly, qué es lo que añoraba de sus años de bandidaje, cuando entre 1979 y 1983 campó a sus anchas por varios estados del centro y el norte de India. Su vida acabó ayer cuando dos hombres enmascarados que la esperaban en la puerta de su casa le dispararon varios tiros en la cabeza antes de darse a la fuga. Amar Singh, líder del Samajwadi Party (partido socialista), una formación que defiende a las castas inferiores, a la que pertenecía, aseguró que el asesinato era una 'conspiración política'.
'Desde la pobreza, el secuestro y las repetidas violaciones, a liderar una de las bandas de asaltantes más famosas del país y ser la protagonista de varias películas hasta llegar finalmente al Parlamento: Devi había hecho todo eso y sólo tenía 38 años cuando fue asesinada', escribió ayer The Times of India.
Devi, que era diputada, recibió el homenaje del Parlamento indio, que guardó un minuto de silencio en su honor. El presidente de India, K. R. Narayanan, dijo estar 'conmocionado' por el asesinato. 'Desafió los prejuicios de la sociedad. Pobre y marginada, logró ser elegida democráticamente por el pueblo', agregó. Para algunos era la responsable del asesinato de 22 hombres en una venganza, pero para muchos fue una mujer que se atrevió a romper el sistema de castas. 'Fue un símbolo del desafío, de la venganza y de su sexo', ha dicho la periodista Mary Anne Weaver, que la entrevistó varias veces.
Phoolan Devi nació en 1963 en una casta inferior en el pueblo de Gorha Ka Purwa en el estado de Uttar Pradesh (norte). Fue obligada a casarse a los 11 años con un hombre que le triplicaba en edad (su familia recibió a cambio una vaca) y que le sometió a constantes malos tratos. Cuando tenía 21 años fue acusada de robo, detenida y violada por la policía. En julio de 1979 su vida cambió: fue secuestrada por un grupo de bandidos y sometida de nuevo a todo tipo de vejaciones. Al cabo de varios días de horrores, el lugarteniente de aquel grupo, Vikram Mallah, mató a su jefe, liberó a Devi y le enseñó el camino del bandidaje. Su grupo robó trenes, aldeas y mansiones, secuestró y asesinó. Cuando Mallah murió, en 1981, fue llevada al pueblo de Behmai y violada por muchos de sus habitantes. Tras escaparse, creó su propia banda y cometió su crimen más célebre: mató a 22 habitantes de Behmai, sobre todo de las castas superiores. Así se convirtió en La reina de los bandidos. 'El miedo es muy poderoso. Solía cantar ante mis víctimas: 'Debo matarte o debo dejarte ir'. Era una vida dura, pero fui feliz durante casi todos aquellos años', dijo poco después de entregarse, en 1983.
En una imagen que la película La reina de los bandidos -que ella detestaba-, hizo célebre, se entregó con las cartucheras en medio de una gran ceremonia. Tras pasar 11 años en la cárcel, Phoolan Devi creó primero una fundación y luego entró en el Samajwadi Party. Escribió su autobiografía y nunca dejó de tener un papel relevante en la vida política y social de India. Jamás se arrepintió. 'No pudo ser de otra forma. Nací mujer en una familia pobre', dijo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.