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Acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad

Hasta que el general croata Rahim Ademi fue puesto a buen recaudo en la cárcel del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), nadie, salvo los fiscales, el Gobierno de Zagreb y posiblemente él, conocía con certeza los cargos que se le imputan. Su nombre y el acta de acusación formaban parte de la ya famosa lista que el tribunal mantiene en secreto para evitar que los supuestos criminales consigan huir o se escondan.

Ahora que se ha convertido en el preso número 40, los jueces desvelaron los delitos de los que se le acusa: crímenes contra la humanidad y graves violaciones del derecho de la guerra. Según los investigadores, Ademi mandaba las tropas que cometieron el brutal ataque de la localidad de Medak, al suroeste de Croacia, donde en 1993 los soldados y civiles serbios que se rindieron, muchos de ellos mujeres y ancianos, fueron asesinados a tiros.

En un intento de eliminar a todos los serbios que vivían en la zona y garantizar que no volverían, los soldados saquearon la ciudad, incendiaron las casas, volaron las propiedades con explosivos, envenaron los pozos de agua potable, mataron al ganado y destrozaron todas la herramientas de cultivo.

Ademi, que hasta el momento ha mantenido que no se siente culpable de lo ocurrido, comparecerá hoy ante el tribunal para que los jueces le desgranen uno a uno los cargos de los que se le acusa y le pregunten si se declara inocente o culpable.

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