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Reportaje:

Becarios sin blanca

Exteriores no ha pagado sus becas a 400 extranjeros no comunitarios que siguen un curso de español en Madrid

A la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, le crecen los enanos. Si apenas hace un mes acortaba la duración de sus becas Mutis y levantaba las iras de un millar de estudiantes extranjeros que tendrán que dejar colgado su doctorado en nuestro país, en esta ocasión ha provocado la indignación de casi 400 becarios procedentes de 53 países extracomunitarios que realizan un curso de Lengua y Cultura Española durante este mes. A tres días de que finalice su estancia en Madrid no han recibido la cantidad -30.000 pesetas para los estudiantes y 40.000 para los profesores extranjeros- prometida por esta institución.

'Yo ya no tengo ni para pagar el billete de vuelta a Marruecos. Y el problema es que mi visado caduca ya y que en unos días estaré aquí ilegal. ¿Con qué dinero piensan que lo voy a poder renovar?', se preguntaba un estoico Nabil, de 25 años. Y es que estos jóvenes habían echado sus cuentas con la esperanza de recibir el dinero, tal y como es costumbre, sobre el día 10. Y como los becarios procedentes de países de la UE (otros 244), que realizan el mismo curso, lo han recibido a finales de la semana pasada el nerviosismo ha empezado a correr en las aulas de la Complutense, ubicadas en Juan XXIII.

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'Las becas de los países comunitarios y de fuera de la comunidad, aunque sean de la misma cuantía y tengan idénticos requisitos, se gestionan por dos presupuestos distintos. Los primeros reciben la cantidad en metálico y los segundos mediante un cheque nominal', explica Salvador Vaya, jefe del servicio de formación específica de la AECI, quien asegura que el retraso en el pago a los becarios no comunitarios ha venido provocado por la tardanza de algunos países, entre ellos el de Nabil, en mandarles la relación de personas que finalmente iban a venir, algo que impide que se cierre el expediente conjunto y enviarlo a fiscalización. En cualquier caso, mantiene que el Banco de España ha realizado ya la transferencia a la entidad que tiene que realizar los pagos y que éstos no pueden tardar mucho más en llegar a manos de los alumnos.

La convocatoria, además del dinero de bolsillo, incluye la estancia en residencias, la manutención, el seguro médico y el curso en sí. Además, en algunos casos el coste del transporte hasta Madrid. 'Es únicamente con este pago con lo que ha habido algún problema y en la convocatoria no se especifica cuándo lo van a recibir', desdramatiza Vaya, aunque reconoce, que 'lo habitual' es que lo reciban sobre el día 10 del mes.

Los alumnos ya han escuchado la semana pasada a medias esta explicación. 'Nos dicen que quizás mañana, quizás el jueves, pero quizás, quizas...', dice una alumna jordana de 25 años. Por eso han decidido no esperar más e ir hoy en manifestación, a las 9.00 desde Juan XXIII, a la sede de la AECI para escucharla personalmente de Vaya, que les recibirá a las 13.30, según confirmó ayer. De momento ya le han transmitido por escrito su reivindicación. 'Nos quedan sólo tres o cuatro días en España y nos ha sido imposible disfrutar de otras actividades de cultura española (teatros, museos, exposiciones, sitios históricos), a causa de la falta del dinero de la beca', reza el escrito.

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El caso es que, decenas de rumores distintos han empezado a correr entre los alumnos. 'En el consulado de Marruecos nos han dicho que la AECI ha dado el dinero de nuestras becas a una fundación de monjitas', comentaba una alumna de ese país, que desesperada ya se fue a buscar una explicación. 'Por aquí se escucha que van a suprimir estas becas', comenta una profesora. Pero tanto Vaya como Jesús Silva, director general de Relaciones Culturales y Científicas del Ministerio de Asuntos Exteriores, desmienten categóricamente esta afirmación y ciñen el retraso a un 'problema administrativo'.

Ni para un café

Sin embargo, para Natalia, una alumna polaca que a estas alturas no tiene ni para un café, los problemas administrativos de la AECI están significando mucho más: 'Sólo tengo el billete de avión hasta Berlín, pero luego tengo que comprar un billete de tren hasta Varsovia. Pero, ¿con qué?', se pregunta. Y mientras les llega el dinero la rutina se repite un día tras otro. 'Por la mañana venimos a estudiar. Por la tarde vamos a la piscina y por la noche vemos las deprimentes películas que nos ponen en la residencia', dice Dolores, una croata de 24 años. Eso y esperar y esperar para ver si por fin pueden hacer alguna actividad que se salga un poco de lo común.

'A lo que no hay derecho es que el día de la inaguración nos dijeran que todos los países somos iguales y que deberíamos sentirnos así, y ahora somos nosotros [los no comunitarios], a los que nos toca esperar más', dice. Y Azzdin, un marroquí sin blanca, que asegura que de haberlo sabido no habría venido a Madrid, pone las cosas en su sitio: 'Apunta, apunta ahí, que ya tengo un titular para el periódico: becarios sin beca'.

Algunos estudiantes han comenzado a reclamar que les devuelvan las 1.500 pesetas que han pagado por los derechos de examen final para mantenerse unos días más.'Es una experiencia para no volver a elegir Madrid', dice Bader, un marroquí de 26 años, rodeado de una veintena de acalorados becarios que cuentan sus penurias de su paso por Madrid. 'Me arrepiento de no haber ido a otra ciudad, quizás así habría cobrado ya. No entiendo como unas becas que deberían prestigiar la cultura española puedan acabar así. Me voy con un sabor agridulce de aquí, porque nos han engañado de una forma vergonzante'.

Un grupo de los becarios de la Agencia Española de Cooperación Internacional que realizan el curso de Lengua y Cultura Española.
Un grupo de los becarios de la Agencia Española de Cooperación Internacional que realizan el curso de Lengua y Cultura Española.SANTI BURGOS

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