La actividad del volcán Etna amenaza a poblaciones cercanas

El volcán Etna (en la isla de Sicilia) continúa experimentado una fuerte actividad, con la erupción de coladas de lava que se acercan a los núcleos habitados y mantenían ayer en alerta a los equipos de Protección Civil. Los vulcanólogos del centro de seguimiento Poseidón informaron, a través de su boletín diario, de que han contabilizado ya cinco bocas diferentes que emiten material magmático y un temblor de 2,9 grados de magnitud en la escala Richter.

En la última fractura abierta en la madrugada del sábado, en la zona conocida como valle del León, a 2.800 metros de altitud, se experimenta una intensa actividad con expulsión de gases y cenizas. Sin embargo, la que representa una mayor amenaza es la situada a 2.100 metros de altitud, que ha descendido ya hasta los 1.000 metros y se encuentra ahora a cinco kilómetros de Nicolosi, la población más cercana al volcán, con 6.000 habitantes.

Helicópteros del Ejército han intervenido para apagar diversos incendios en las zonas boscosas del norte de esta localidad y tratar de detener la lava arrojando agua para enfriarla. Sin embargo, las autoridades rechazan por el momento el empleo de explosivos para tratar de desviar la trayectoria de las coladas como se hizo en la anterior erupción de 1993. Los grupos ecologistas se oponen a esta práctica, ya que todo el entorno del Etna es una zona natural protegida.

Otra colada ha dañado las instalaciones del telesquí y ha alcanzado al núcleo turístico construido en torno al refugio de La Sapienza, cortando la carretera de acceso.

La nueva fase activa del volcán, que comenzó el día 12, es considerada poco habitual por los vulcanólogos, debido al gran número de bocas que se han abierto con emisión de material magmático. El Etna, a 3.340 metros de altitud, es el principal volcán activo en el continente europeo y ha tenido un centenar de fases de actividad documentadas históricamente.