El Mediterráneo recala en San Sebastián
La muestra ubicada en San Telmo explica la evolución naval desde los egipcios hasta los romanos
Tras este desapacible inicio, el visitante llega a la reproducción del templo de Melkart, presidido por Poseidón, donde se encuentra con los dioses que los egipcios, los fenicios, los griegos y los romanos asociaban con el mar.
'Cualquier viaje naval en la antigüedad comenzaba yendo a rezar a un templo, ya que era una época en la que la navegación era realmente muy peligrosa, pues los barcos eran pequeños y frágiles, y costaba cruzar con ellos el mar', subrayó ayer el secretario general de la Fundación la Caixa, Lluís Reverter, durante la presentación de la exposición, que ya ha pasado por Bilbao y Pamplona, pero que llega a San Sebastián ampliada.
Encuentro mitológico El encuentro mitológico deja paso a un recorrido por las técnicas de navegación y construcción naval de aquellos años. La muestra El mar de Ulises. Los orígenes de la navegación en el Mediterráneo, cuya entrada es gratuita, da una idea de las enormes dificultades que padecieron los egipcios al adentrarse en el mar en los primeros barcos de juncos. Pero los egipcios fueron poco a poco avanzando en el arte de fabricar barcos hasta lograr embarcaciones que les permitieron llegar a Fenicia y Somalia para conseguir materiales como la madera y el marfil, tal y como se explica en la exposición.
Los fenicios, por su parte, continuaron daavanzando en la construcción naval, dando forma a grandes naves de carga que viajaron de Tiro a Cádiz. Los griegos y los romanos siguieron por esa senda de nuevas técnicas de construcción naval, de manera que El mar de Ulises exhibe al público una reproducción de un barco greco-romano de madera dotado ya con una quilla que le permitía tener un espolón para atacar a las naves enemigas.
La muestra no olvida el importante escenario de comercio que fue el mar Mediterráneo, a través de cuyas aguas llegaban a los mercados fenicios, griegos o romanos productos de pueblos remotos. Por ello, recrea un puerto antiguo en el que se mezclan mil y un objetos y donde se recuerda cómo el intercambio mercantil provocó la aparición de nuevas culturas.
Arqueología submarina La exposición de la Fundación la Caixa, comisariada por Oriol Granados, tampoco oculta que muchas naves no lograron llegar a su destino y permanecen en el fondo del mar como testimonios del comercio, la guerra o el transporte de épocas pasadas, razón por la que la arqueología submarina, que se ocupa de su estudio y conservación, también se encuentra presente en el proyecto cultural El mar de Ulises, que permanecerá amarrado en el Cantábrico donostiarra durante más de un mes.
Reverter resaltó que se trata de 'una exposición pensada para todas las edades', porque 'acerca al público de una manera muy didáctica las explicaciones de cómo se empezó a navegar en el Mediterráneo', un mar que 'en la actualidad separa visiones muy diferentes del mundo', pero que, 'durante un período muy largo, facilitó el contacto entre civilizaciones y culturas y un camino para el intercambio comercial'.
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