Arzalluz advierte a ETA de que se le escapa el 'último tren para terminar de forma civilizada'
El PNV rechaza la propuesta del Gobierno y el PSOE para aplazar el debate sobre la soberanía
El PNV comienza a comprobar por la vía de los hechos las sospechas que en los últimos meses albergaba el Gobierno vasco sobre la posibilidad de un atentado contra el mundo peneuvista tras la lectura de los últimos zutabes (boletines internos) de la banda. Y de esa manera interpreta el PNV el asesinato del mando de la Ertzaintza Mikel Uribe. 'ETA está dando un aviso al PNV porque ellos sostienen siempre en sus comunicados que la Ertzaintza es una policía del PNV', indicó ayer Xabier Arzalluz al término de la concentración frente a Sabin Etxea en protesta por los dos últimos crímenes.
De hecho, en el zutabe dedicado a la Ertzaintza, de diciembre pasado, en el que se abría la veda para actuar contra la policía vasca, ETA aseguraba que la Ertzaintza era 'otro regalo envenenado que el PNV ha hecho a este pueblo' (...). La Ertzaintza ha tenido la misma encrucijada que tiene el PNV, pero su elección ya la ha hecho hace tiempo: defender España'. Por eso, precisamente, ETA ha decidido atentar contra miembros de la policía vasca, porque es una 'fuerza armada española' que 'desde hace tiempo está oprimiendo a nuestro pueblo junto con la Guardia Civil y la policía española', según el documento.
Arzalluz, conocedor de todos estos textos de ETA, debe considerar que ese 'aviso' en forma de atentado contra Mikel Uribe, como lo calificó ayer, es una advertencia de los terroristas ante la posibilidad de que PNV y EA vuelvan a la senda del autonomismo.
Probablemente, las advertencias de Arzalluz a ETA para que reflexione y se avenga a admitir que la violencia hace imposible la colaboración entre nacionalistas para superar el Estatuto persigan hacer ver a los dirigentes encabezados por Mikel Albisu, Antza, que apostaron por la tregua en 1998, que es ésa vía -que ayer denominó de manera perifrástica 'querer terminar de forma civilizada eso que ellos consideran una historia de compromiso'-, la de la negociación en la que ambas partes cedan algo, la última oportunidad, el 'último tren', para acabar con la violencia. [El líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, vaticinó ayer que ETA volvería a 'un escenario como el de Lizarra' si existe una 'alianza entre los abertzales a favor de la independencia'.]
Pero el PNV tampoco olvida sus reflexiones de diciembre de 1993, al calor del asesinato del sargento mayor de la Ertzaintza y militante histórico peneuvista Joseba Goikoetxea. Entonces, el PNV dejó escrito en un comunicado dirigido a ETA que 'ya va siendo urgente para el PNV y para cualquier grupo político que busca la libertad y la soberanía del pueblo vasco distanciarse absolutamente de vosotros, no sea que el mundo piense, como a veces sucede, que el nacionalismo vasco es bomba, asesinato y secuestro'.
Arzalluz también criticó ayer con dureza la 'patética' política antiterrorista de José María Aznar, a quien acusó de recriminar al PNV 'cuando uno de los muertos es nuestro, y como si tuviéramos la culpa de no sé qué'. Y advirtió de que es 'un mal planteamiento' el efectuado por quienes piden a los nacionalistas [en alusión al Gobierno central y el PSOE] que aplacen el debate sobre la autodeterminación mientras haya atentados: 'No es ETA quien nos tiene que marcar ni debates ni calendarios'.
Un argumento similar utilizó el líder de IU, Gaspar Llamazares, quien rechaza posponer el debate del autogobierno convocado por el lehendakari Ibarretxe porque 'ETA no puede imponer el estado de excepción en la politica'.
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