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ESTA SEMANA
Columna
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Tarea por delante

Ante los integrantes de la junta directiva nacional del PP, el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha de hacer hoy un balance de la actual situación política del país, un análisis que deberá ir acompañado de una propuesta de trabajo de cara al curso político que viene. Los representantes populares andaluces deberán tomar buena nota de las directrices que surjan de este cónclave para dar así el impulso necesario a la acción política en una comunidad como la andaluza, territorio donde deben librar una de sus principales batallas.

A esta cita acude el PP andaluz un tanto desinflado por el fiasco cosechado en su guerra contra la ley de Cajas, así como por la decepcionante intervención de su presidenta, Teófila Martínez, en el Debate sobre el Estado de la Comunidad y con unos dirigentes permanentemente malhumorados y algo desorientados ante las continuas intromisiones del mismo secretario general, Javier Arenas, en la estrategia local que se sigue aquí.

Es por ello que no es de extrañar incluso que el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, se haya planteado alguna vez abandonar la portavocía del grupo parlamentario popular, con el fin de dedicarse más de lleno a la intensa tarea que le queda por delante, dado que Martínez sigue anclada a su labor como alcaldesa de Cádiz. Sin embargo, parece que Sanz no tendrá más remedio que seguir echándose el partido a cuestas y también el intenso trabajo parlamentario con tal de no ofrecer nuevos frentes que debiliten la posición del PP en Andalucía.

Todo eso cuando persisten los indicios de una débil consolidación de Martínez al frente de su partido, de puertas para adentro. El ejemplo más inmediato ha sido el conocimiento público de las asignaciones económicas que le corresponden a su brazo derecho, el concejal Jorge Moreno, más de 13 millones de pesetas al año. A la salida a flote de estos números han contribuido más de un directivo del PP, evidentemente molesto con la ascendencia que tiene este edil sobre la presidenta regional.

Pero lo más llamativo de esta semana se vivirá en el Parlamento andaluz, en donde el Gobierno regional va a comparecer para dar explicaciones sobre la crisis del aceite de orujo. Una actitud bien diferente a la que mantiene el Ejecutivo central y, más en concreto, la ministra de Sanidad, Celia Villalobos, quien se niega a ir al Congreso de los Diputados, aunque se lo pida su propio grupo y a pesar de ser un tema de importancia capital, así que, con estos antecedentes, los populares andaluces tendrán que deslizarse por unas posiciones bien difíciles durante las intervenciones de los consejeros de Gobernación y Salud, Alfonso Perales y Francisco Vallejo, respectivamente, para no incurrir en flagrantes contradicciones.

No comparecerá, en cambio, el consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, que estará de viaje por Estados Unidos. Desde allí deberá seguir de cerca el paso que el próximo miércoles puede darse de forma definitiva para apuntillar al sector pesquero andaluz con la reunión del Colegio de Comisarios de la Unión Europea, en donde se someterá a aprobación el plan elaborado por el comisario de Pesca, Franz Fischler. Un documento que sólo contempla para la flota española unos 31.000 millones de pesetas, de forma directa, muy lejos de los 86.000 demandados. Aquel famoso plan para la diversificación de la economía de los puestos afectados tendrán que nutrirse, si se quiere llevar a la realidad, de otros fondos algo que redundaría aún más en la destrucción del poco futuro que aguardaba ya a la actividad pesquera en Andalucía.

Mientras tanto, se sigue echando en falta una política global, comunitaria y nacional, sobre el fenómeno de la inmigración. Tras la tragedia vivida en las costas de Tarifa, cobra más fuerza si cabe la necesidad de que los Gobiernos español y marroquí establezcan acuerdos concretos para tratar de erradicar este mal, aspecto que lamentablemente va a quedar fuera del convenio que en los próximos días firmarán ambas administraciones.

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