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Los manifestantes acusan a la policía de actuar de forma intimidatoria

Un centenar de piraguas se congregan en el Ebro contra el PHN

La población de Santa Bàrbara (Montsià) fue ocupada ayer por 135 miembros de las fuerzas de seguridad para que el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, pudiera pronunciar el pregón de las fiestas locales. La llegada del consejero fue precedida por la de 50 guardias civiles, 25 mossos y 10 coches patrulla de los grupos rurales de seguridad, cada uno con seis agentes en su interior, que literalmente tomaron la población y vallaron el recorrido que debía efectuar Puig. Pretendían mantener a distancia a los manifestantes que rechazaban la presencia del consejero. Fue en vano: más de 200 personas abuchearon a Puig y le enseñaron tarjetas rojas, y la persona que llevaba uno de los gigantes aprovechó que pasaba por su lado para decirle: 'Del Ebro no va a salir ni una gota de agua'.

Hubo algún momento de tensión. La pubilla, que tenía que ir del brazo del consejero, rompió en llanto agobiada por la presión del momento. Puig no reaccionó, pero sí los manifestantes, que cambiaron los gritos e improvisaron: '¡Vivan las pubillas!, ¡fuera Puig!'.

Los habitantes de Santa Bàrbara, unos 3.500, no habían visto juntos tantos miembros de las fuerzas de seguridad más que por televisión. Pero la presencia de los agentes sólo sirvió para que algunos vecinos se sumaran a los manifestantes en unas fiestas a las que no han sido invitados los socialistas de la población, pero en las que estuvo la plana mayor convergente en un intento de dulcificar la hiel que tuvo que tragar el consejero de Medio Ambiente.

Para los manifestantes, la presencia de Puig era 'una provocación'. 'Venden el territorio y luego se pasean para ver lo que han vendido', aseguraba uno de ellos. Puig tuvo que soportar gritos cada vez que asomó por la puerta del Ayuntamiento.'Puig, fuig' (Puig, huye), coreaban los manifestantes machaconamente, en clara referencia a las repetidas veces que desde la aprobación del Plan Hidrológico Nacional (PHN) por CiU el consejero ha debido escabullirse del acoso de los manifestantes, a veces excusando su presencia y otras acelerando la salida de la zona que visitaba, en cada ocasión que ha acudido a las tierras del Ebro, salvo cuando lo ha hecho de incógnito.

Finalmente, los policías impusieron su presencia y la del consejero, que recorrió el trayecto desde el Ayuntamiento hasta el campo de fútbol mientras los manifestantes eran mantenidos al otro lado de las vallas, desde donde enseñaron a Puig y a su comitiva tarjetas rojas de expulsión. El portavoz de la plataforma aseguró que el despliegue policial había sido 'desmesurado' e 'intimidatorio', y que sólo podía explicarse por voluntad de provocación.

Por otra parte, más de 300 personas descendieron ayer por la mañana en piragua por el río Ebro desde la población de Xerta hasta Tortosa para protestar contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y el trasvase de 1.050 hectómetros cúbicos del Ebro que prevé. Con este acto lúdico y reivindicativo -'una manifestación acuática', en palabras del portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro, Manolo Tomàs-, el movimiento antitrasvase quiere demostrar 'la profundidad de la defensa del territorio'. 'Que no se engañen', advirtió Tomàs, 'aquí hay energías para luchar hasta el final contra los trasvases'.

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El águila franquista

Bajo la consigna Defendamos el Ebro desde dentro, cerca de dos centenares de piraguas, de una hasta cuatro plazas, salieron del embarcadero fluvial de Xerta hacia las nueve de la mañana y cubrieron el trayecto hasta Tortosa en algo más de tres horas. Al llegar a la altura de la capital del Baix Ebre, las embarcaciones rodearon el monumento fascista de la batalla del Ebro mientras, desde la escultura del águila imperial franquista que culmina uno de los pináculos, un miembro de la plataforma descolgaba un pancarta con la leyenda No al transvasament. Incluso subieron hasta la base del monumento un muñeco con la máscara de José María Aznar.

Los participantes, acompañados por un númeroso público que contemplaba la protesta y aplaudía desde el paseo fluvial de Tortosa, gritaron consignas como 'el riu és vida, no al transvasament' (el río es vida, no al trasvase) dando sonoras palmadas a las embarcaciones. 'Ahora va en serio', dijo Tomàs. '¿Pero qué se creen, que nosotros aceptaremos esta ley?', inquirió. 'Es una ley injusta e inmoral. Lucharemos hasta el final para que no se aplique y luego se modifique', remachó.

El portavoz reclamó también a los socialistas una toma de postura clara sobre su visto bueno a la integración en el consorcio que debe gestionar las inversiones previstas en el delta por el PHN. 'Sería un grave error romper la cohesión del territorio', dijo en referencia al rechazo de la plataforma a la política de compensaciones por el trasvase planteada por el PP y CiU.

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