El permanente 'teatro' de la calle
El catedrático y fotógrafo estadounidense John Kimmich expone imágenes de sus 25 fiestas
Los estadounidenses disponen en San Fermín de una ruta secreta. Ese camino festivo tiene ritos sagrados y referencias literarias e históricas ineludibles. Además, atrae cada año a miles de jóvenes del otro lado del Atlántico, fascinados por la inagotable fuente imaginativa de una fiesta que desborda sus esquemas de comportamiento. En palabras de John Kimmich-Javier, catedrático de fotoperiodismo en la Universidad de Iowa y autor de una exposición fotográfica que recoge imágenes tomadas en Pamplona en los últimos 25 años (sala de arte García Castañón), lo que verdaderamente despierta la atención del estadounidense es 'el teatro del mundo que encuentras en cada calle'.
Kimmich-Javier, hijo de padre norteamericano y madre puertorriqueña con ancestros navarros, considera que uno de los atractivos de San Fermín es que se trata de 'una fiesta para espíritus inquietos'. Y tanto él, que la conoció por vez primera en 1988, de la mano de su amigo el fotógrafo Koldo Chamorro, como sus compatriotas, han recorrido ese pasillo diseñado especialmente para los norteamericanos por las historias míticas de Hemingway. Ese espacio 'propio de locos' que es el encierro y el disfrute de unas relaciones humanas en las que, apunta John Kimmich, 'nadie te pregunta qué es lo que haces en tu vida privada, sino cómo te comportas en esta fiesta'.
Kimmich, nacido en Filadelfia, acudió a Pamplona como fotógrafo del Chicago Tribune, para enviar imágenes de los encierros. 'En Estados Unidos los periódicos te piden que envíes lo que ya conocen, los aspectos más folclóricos del ritual, como los encierros, que después aparecen en las secciones de deportes', dice. Pero el hecho de conocer Pamplona de la mano de Koldo Chamorro y hablar castellano le permitió 'adentrarme en otros terrenos y dar en mis fotos lo que me pedían y algo más, algo siempre nuevo que yo, a mi vez, iba descubriendo cada día'.
Las fotografías de Kimmich-Javier, en blanco y negro, forman parte del XLIV Salón Fotográfico San Fermín, organizado por la Agrupación Fotográfica de Navarra con el patrocinio de Caja Navarra. El catedrático estadounidense es ya un profundo conocedor de los entresijos festivos. 'Los estadounidenses se introducen en los sanfermines a través de un circuito inicial, el de la juerga, pero muchos de ellos pasan a un segundo estadio, el de comprender la fiesta más a fondo', explica Kimmich. Ni él ni muchos de sus conciudadanos habían leído Fiesta, de Hemingway cuando vinieron por primera vez. 'Yo lo leí después, y descubrí que lo que cuenta el autor, lo que sus personajes hacen, no tiene casi nada que ver con la esencia de San Fermín, y sí mucho con la fiesta paralela que los extranjeros se montan en Pamplona'.
En su opinión, uno de los aspectos que más sorprende a los foráneos es la igualdad a la hora de disfrutar. 'Prácticamente no hay espacios acotados. Esa sensación democrática de los sanfermines es muy agradable, un eslabón que engancha en el ánimo de los visitantes y les incita a volver'.
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