_
_
_
_
SANFERMINES 2001
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La arquitectura, estúpidos

La máxima de Al Gore, 'Es la economía, estúpido', gracias a la cual Clinton rebasó a Bush Senior y gobernó durante dos legislaturas, se sustancia en la praxis diaria de la alcaldía pamplonesa en un tácito 'Es la arquitectura, estúpidos'. No es improbable que, de no alcanzar mejor ventura política, la alcaldesa Barcina renueve legislatura.

Antes, justo antes de las próximas elecciones (versión autonómica o municipal), Pamplona verá inaugurados, o definitivamente proyectados, una media docena de 'edificios emblemáticos' con sus espacios museísticos, entre ellos el Museo de los Sanfermines. Qué se vaya a meter en dichos espacios es secundario, si no irrelevante o coyuntural. El arte, un bien escaso (pero muy cotizado) durante los años ochenta y prácticamente ausente de la escena (con la caída de la cotización) en los noventa, ha dejado paso en el decenio en curso a polivalentes manifestaciones culturales: la moda, la motocicleta, el ganado vacuno, la realidad virtual. Y por arte mayúsculo se entiende más el continente que el contenido. 'Es la arquitectura, estúpidos' y, o yo no soy profeta en mi tierra, o el prestigioso arquitecto japonés Arata Isozaki tiene muchos triunfos en la mano para construir en Pamplona no sé qué: ¿Encierro-Aventura? ¿Fermín World? Da igual, es el continente, estúpidos.

Antes del advenimiento de Yolanda Barcina a la alcaldía, la idea de un Fermín World inducía a escéptica rechifla. Con la epifanía de Barcina (entiéndase: del inquieto equipo de imagen y gestión que logra día sí y día también que la sonrisa de la persona física llamada Yolanda Barcina irradie entusiasmo en los medios impresos y audiovisuales) el proyecto es inminente en su virtualidad. Ese proyecto y veinte macroproyectos más: auditorio, museos varios, biblioteca, archivo, megacentros comerciales, nuevas estaciones y hasta una Plaza del Castillo transfigurada de estos sanfermines a los que viene. Y es que no: no es la economía, el empleo, la educación, la sanidad o los servicios sociales: es la arquitectura. O por lo menos la construcción, sector siempre pujante en partidos como el de la real y virtual alcaldesa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_