Can Mateu, un nuevo espacio de ocio para niños con discapacidades
Inaugurada la primera casa de colonias sin barreras arquitectónicas de Cataluña
Unos 200 niños y niñas de diferentes esplais de Cataluña, 30 de los pequeños con discapacidades físicas, ya han tenido la oportunidad de pasar unos días de colonias en el primer equipamiento de ocio sin barreras de Cataluña, inaugurado ayer, en la finca Can Mateu.
Se trata de una finca de 100 hectáreas ubicada en la localidad de Vilanova de Sau (Osona), que tiene tres casas de colonias, dos terrenos de acampada, tres piscinas, un embarcadero, un comedor y una escuela de educación ambiental.
Todas estas instalaciones han sido acondicionadas pensando en que puedan disfrutarlas aquellos niños que tienen algún tipo de discapacidad. No ha sido una tarea fácil, pues se han necesitado más de 484 millones de pesetas para eliminar las barreras arquitectónicas que dificultasen la movilidad.
Los niños fueron los que disfrutaron más de la inauguración de Can Mateu porque, además de las actividades que pueden realizar habitualmente -piscina, excursiones, paseos, juegos, etcétera-, tuvieron ayer otra distracción: el grupo de animación de calle Pep López. Los pequeños se mostraron contentos con la casa y sus equipamientos, aunque las personas más conscientes de las ventajas que ofrece Can Mateu fueron los monitores.
Un ascensor, una grúa en la piscina, rampas, caminos habilitados en toda la finca para llegar con silla de ruedas donde se quiera, literas que pueden levantarse para sacar a los niños con discapacidades, iluminación suficiente en el exterior para los que tienen visibilidad reducida, lavabos adaptados y la posibilidad de tener la comida triturada son sólo algunas de estas ventajas.
Satisfacción de monitores
Sílvia Alcoverro, del Esplai Auria de Igualada, explicaba que los niños habían respondido muy positivamente a la experiencia y celebró los equipamientos porque 'no entrañan ningún peligro'.
Ir de colonias con niños discapacitados no es una tarea fácil, necesitan muchos más cuidados que otros chicos, aunque la experiencia es muy gratificante, explica Glòria Pedró, monitora del Club Esplai Pubilla Casas, de Can Vidalet, porque 'al final tienes la sensación de haber vivido algo muy especial'. Glòria opina que todas las casas de colonias tendrían que estar adaptadas para niños discapacitados a fin de que éstos pudieran disfrutar de las mismas experiencias que cualquier otro chico de su edad. La convivencia de unos y otros también es positiva porque es una forma más de integración.
La finca pertenece a la Fundació Catalana de l'Esplai, una entidad sin ánimo de lucro que impulsa la educación en el ocio en Cataluña.
La fundación ha batallado durante tres años para conseguir en Can Mateu su objetivo: que la educación en el ocio llegue a todo el mundo, sea cual sea su condición económica, social o de movilidad. Para lograrlo ha contado con la colaboración económica de la Generalitat de Cataluña, el Gobierno central y la Fundación ONCE. Ayer, en la inauguración, Irene Rigau, titular de Bienestar Social de la Generalitat; Concepción Dancausa, secretaria de Estado de Asuntos Sociales, y por parte de las fundaciones el presidente de la ONCE, Miguel Pereyra, y el presidente anfitrión, Josep Gassó, destacaron el gran avance que supone Can Mateu en materia de integración. Pereyra dijo que Cataluña es ahora más democrática.
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