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APUNTES

La Comunidad Valenciana registra tres veces menos titulados medios que la media europea

El número de titulados superiores es, en cambio, de los más altos del arco mediterráneo

El segundo informe sobre la cohesión económica y social de la Comisión Europea, titulado Unidad de Europa. Solidaridad de los pueblos. Diversidad de los territorios, reconoce que en los últimos treinta años se ha experimentado una 'disminución gradual' de las disparidades en el terreno de la educación entre los países miembros. No cabe duda de que la convergencia también afecta positivamente a los sistemas educativos. Sin embargo, el informe advierte que todavía existe 'una gran diferencia' entre los niveles de estudios de los países de la cohesión, entre ellos España, y el resto. Y pone el acento en la elevada proporción de la población entre 25 y 59 años con un bajo nivel de estudios (sin más titulación que la enseñanza obligatoria), que se registraba hace dos años en esos países: el 75% en Portugal, un 62% en España y en torno a la mitad en Grecia e Irlanda.

En el contexto español, son las regiones consideradas Objetivo 1 en la adjudicación de fondos de cohesión, las que registran, en general, un menor número de titulados universitarios y tasas relativamente más elevadas de población con bajo nivel de estudios. La Comunidad Valenciana es una de ellas y a su favor tiene que, comparativamente con otras regiones Objetivo 1, es una de las mejores situadas en cuanto al nivel formativo de su población, en especial en educación superior. No así respecto a otras comunidades menos dependientes de las ayudas europeas para su desarrollo, como Madrid o el País Vasco, donde nada menos que 30 de cada 100 personas (siempre en el tramo de edad comprendido entre los 25 y 59 años) tienen un título superior, aunque alrededor de la mitad no tengan más bagaje que la enseñanza obligatoria.

En el contexto del arco mediterráneo, y siempre según los datos de 1999 que maneja el segundo informe sobre la cohesión, la Comunidad Valenciana muestra una aceptable proporción de titulados superiores, próxima a la media de la Europa de los 15 (un 19% frente a un 21%) y todo indica que incluso esa pequeña distancia se ha acortado en los últimos tiempos. Sin embargo, en cuanto a porcentaje de población con, al menos una titulación media (incluyendo a los titulados universitarios por exceso), sólo otras dos comunidades y precisamente españolas (Andalucía y Baleares, con 32% y un 33%, respectivamente), están en peores condiciones que la valenciana (34%). Son, igualmente, esas dos mismas regiones, las únicas con tasas más elevadas de personas con baja cualificación en el mercado laboral (69% y 67%). Y es que ambos datos aparecen como íntima e inversamente relacionados: cuantas más personas con un nivel medio de estudios, hay menos personas con una débil formación, y viceversa. Y éste es, por otro lado, un rasgo común que diferencia a las comunidades españolas, incluida la valenciana, de las restantes del arco mediterráneo: en las primeras hay muchos menos trabajadores que sean capaces de concurrir en el mercado pertrechados, como mínimo, con títulos de bachillerato, formación profesional o equivalentes. La diferencia es todavía más acusada si se compara con los coeficientes de estudios medios que arrojan otros países europeos, como Suecia (un 49%), el Reino Unido (53%), Francia (41%), Austria (68%), Alemania (58%) e incluso Italia (36%).

Es evidente que tal desequilibrio tiene consecuencias en el sistema productivo porque, entre otros factores y como señala el informe de referencia, 'los avances tecnológicos y la continua globalización están aumentando la demanda de mano de obra cualificada'. En ese sentido, la Comunidad Valenciana (y, en general, el estado español, donde se registran algunos de los porcentajes más elevados de estudiantes universitarios de la Europa de los 15) demuestra estar bien equipada en titulados superiores, pero se revela deficitaria en mano de obra cualificada por debajo de ese nivel. A falta de datos específicos, no parece aventurado relacionar ese desfase, aunque sólo sea en parte, con el fenómeno de la sobrecualificación en el empleo, al que aluden diferentes investigaciones en este campo: según un reciente estudio del IVIE para la Fundación Bancaixa, uno de cada tres titulados manifestaba estar desempeñando un puesto de trabajo por debajo de su cualificación.

Pero ese desequilibrio también tiene consecuencias en el desarrollo personal y en las expectativas de los ciudadanos, porque 'en casi todos los estados miembros de la Unión, el nivel de estudios es un importante factor para encontrar empleo' y porque, además, como subraya el mismo documento, 'en la sociedad del aprendizaje, la estratificación social se basa cada vez más en una división entre los que tienen titulaciones y cualificaciones y los que no las tienen'.

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