Grau alerta de que la peste porcina se desplaza hacia las comarcas del norte

El consejero de Agricultura, Josep Grau, alertó ayer de que el virus de la peste porcina clásica 'se está desplazando' hacia las comarcas del norte de Cataluña, mientras que los datos del departamento hacen pensar que 'está estabilizada' en las comarcas leridanas donde surgieron los primeros brotes. Grau alertó de la nueva situación después que ayer se supiera que técnicos del Departamento de Agricultura están investigando una granja de Calaf (Anoia) donde podría haber más cerdos enfermos.

En declaraciones en los pasillos del Parlament, el consejero aseguró que existe 'un foco muy potente' de la enfermedad 'a caballo entre las comarcas de Noguera y Urgell', entre los municipios de Castellserà y Penelles, y que hay crías de cerdas de Castellserà en una explotación ganadera de la comarca de Urgell.

En este sentido, aseguró que cabe 'pensar que dentro de dos semanas' pueda eliminarse la franja de prohibición de movimiento de ganado entre 3 y 10 kilómetros establecida por el departamento en los focos infectados.

Mientras tanto, la investigación judicial y la Generalitat apuntan a Piensos Yak, de Sant Guim de Freixenet, como una de las empresas presuntamente responsables de la propagación de la peste por haber ocultado la existencia de animales enfermos en sus granjas. El responsable de esta integradora de cerdos, Josep Golanó, ha declarado ya en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Cervera por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Lleida, quien ha declarado secretas todas las diligencias del caso.

La firma Piensos Yak, propietaria de alguna de las granjas apestadas, aparece como sospechosa de haber enterrado animales enfermos en una instalación de Golmés e incluso de haberlos llevado al matadero, incumpliendo el deber de comunicarlo a las autoridades sanitarias, puesto que la peste porcina clásica es una enfermedad de declaración obligatoria. La empresa integradora desmintió ayer todas las acusaciones que se ciernen sobre ella y reiteró que todos los cerdos que compró procedían de una granja de León y que estaban saneados.

Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el foco originario esté situado en esta explotación, que pocos días antes de detectarse el primer foco en Soses quedó vacía porque muchos de los lechones enfermos murieron y otros fueron trasladados al matadero con pesos inferiores a los habituales en este tipo de operaciones.

Asimismo, se investiga la posibilidad de que alguna partida de cerdos enfermos de Piensos Yak, de entre 60 y 80 kilos de peso, hubieran sido sacrificados en un matadero de Zaragoza y en Codilma, en la localidad de Sant Martí de Llémena (Gironès).

El Departamento de Agricultura desmintió ayer en un comunicado de prensa que hayan llegado animales con síntomas de peste al matadero de Codilma, aunque la misma empresa admitió que el pasado miércoles fue inmovilizada temporalmente una partida de 220 cerdos que estaban siendo sacrificados. El fiscal especial del caso, Eduardo Piedrabuena, visitó la granja sospechosa de Golmés y ordenó extraer muestras de cinco cerdos de unos dos meses de edad que habían sido enterrados hace aproximadamente un mes en una fosa.