El jurado descarta el proyecto que aboga por un túnel en el paseo del Prado

Siete de los ocho proyectos presentados al concurso convocado por el Ayuntamiento para la reforma del eje paseo del Prado-paseo de Recoletos han conseguido pasar a la segunda fase. El jurado, reunido ayer en la Casa de la Villa, descartó sólo uno de los proyectos, el presentado por la empresa Aguirre Newman, después de que el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, intervinera para pedir que la decisión se adoptara por consenso. A la segunda fase del concurso puede pasar un máximo de ocho proyectos, justo el número de ellos que se presentó en un principio.

El jurado optó por eliminar la propuesta de Aguirre Newman al considerar que no reúne 'los requisitos mínimos, incluso formales, de presentar un equipo multidisciplinar como establecen las bases del concurso', según explicaron anoche varios miembros del jurado.

Aguirre Newman es el único de los concursantes que había presentado un proyecto en el que se incluye un túnel como método para canalizar parte de los 244.000 vehículos que circulan cada día por la zona del paseo del Prado. Otros dos de los proyectos plantean esa opción para el tráfico sólo como una posibilidad a estudiar, mientras que el arquitecto Miguel de Oriol oculta su propuesta. 'No creo oportuno en esta fase explicar nuestro proyecto', afirma Oriol en su texto.

Por eso, tanto el representante del Colegio de Arquitectos como el grupo socialista argumentaban que ese proyecto tampoco reunía los requisitos para superar la primera fase. También consideraron muy floja la propuesta avalada por el arquitecto catalán Ricardo Bofill. Sin embargo, otros miembros del jurado defendieron que debería darse una segunda oportunidad tanto a Oriol como a Bofill, a tenor de las actuaciones que ambos profesionales han desarrollado a lo largo de su carrera.

Finalmente, en aras del consenso pedido por Del Río, tanto el PSOE como el Colegio de Arquitectos aceptaron que no se eliminara ni a Bofill ni a Oriol. Las bases establecen un premio de ocho millones de pesetas para los proyectos que pasen a la segunda fase, en la que han de desarrollar las propuestas.