La terraza fluvial de Irún

Irún ha permanecido muchos años de espaldas al río Bidasoa y a la marisma. Un olvido imperdonable para una ciudad muy industrializada y excesivamente supeditada a los rigores aduaneros hasta hace menos de una década. Ahora, sin embargo, el Ayuntamiento ha decidido quitarse los corsés urbanos y expandirse por su franja litoral con la creación del futuro parque periurbano de Osinbiribil, una parcela de 10 hectáreas en la que se construirá un canal de piragüismo y aguas bravas como sólo hay otro en España, el de Seu d'Urgell.

Osinbiribil será la terraza fluvial de Irún, un enclave que linda con la N-I y está situado frente a la Isla de los Faisanes y otras dos isletas. Actualmente lo ocupan pequeñas huertas que le dan un aspecto de abandono que requiere un cambio total. El Ayuntamiento encargó en 1997 al arquitecto Eduardo Ramos la redacción del proyecto del parque con un canal de aguas bravas en su núcleo central. Su diseño, en el que ha intervenido el catalán Ramón Gaynet, experto mundial en esta materia, ha merecido el premio de adecuación medioambiental del Colegio Vasco-Navarro de Arquitectos.

El concejal de Urbanismo, Javier Damboriena, calcula que en cuatro meses podrán comenzar las obras, cuyo coste global alcanza los 1.737,6 millones de pesetas, de los que 563 millones corresponden a la instalación de piragüismo. Damboriena destaca que la intervención será 'muy cuidadosa' con el entorno, por tratarse de un 'área sensible de protección medioambiental'. Salvados 'casi todos' los trámites administrativos, el edil sostiene que el parque será 'un referente lúdico, medioambiental y deportivo' para todo el Txingudi.

Del futuro complejo sobresaldrá el canal de piragüismo y aguas bravas, 5.300 metros cuadrados con forma de estadio deportivo, gradas de césped para 2.000 espectadores, y dos circuitos de agua. El recinto incluirá un canal de eslalon olímpico de 400 metros de longitud, entre ocho y 20 de ancho y un desnivel de siete metros. Este río turbulento artificial se alimentará del agua bombeada por un estanque de 250 metros de largo, y contará con un remonte mecánico para las piraguas, similar al usado en las estaciones de esquí.

El canal de aguas bravas, apunta Narciso Iglesias, presidente de la Federación Vasca de Piragüismo, será apto para celebrar competiciones internacionales, aunque también permitirá practicar actividades de recreo (rafting) y albergará un centro especializado para piragüistas de élite. Iglesias confirma que la federación ha solicitado ya organizar la copa mundial de eslalon para 2004, última prueba preolímpica para los Juegos de Atenas.

Damboriena prevé que las obras finalizarán en 2003 y resalta el apoyo institucional al proyecto. El Gobierno central ha concedido 210 millones para el parque; el vasco firmará hoy un convenio con la corporación para subvencionar con 140 millones la construcción del canal, y la Diputación guipuzcoana ha reservado este año otros 140 millones con el mismo fin. El responsable de Urbanismo calcula que ya se han reunido 675 millones y confía en que la UE también se involucre económicamente.