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La voracidad y la elegancia

Oliver Kahn, de 32 años, ya se ha creado su propia leyenda. Tras ser el héroe de la pasada final de la Liga de Campeones, el 23 de mayo, en Milán, ante el Valencia, circulan divertidas historias sobre él. Una cuenta que el portero del Bayern, cuando era pequeño, se pasaba las horas cortando el césped del jardín de su casa ante los reproches de su madre, que quería que saliera a jugar a la calle. 'No', respondía Oliver; 'no mientras una brizna de hierba esté más alta que otra'.

Kahn desarrolló un perfeccionismo exacerbado con tal de seguir las huellas de su idolatrado Sepp Maier, el legendario portero alemán de los setenta. De ahí que no parara hasta recalar en el Bayern, en el que tocó la gloria ante el Valencia. De hecho, está en la historia negra del valencianismo: en 1993 defendía la meta del Karlsruher cuando este modesto club alemán vapuleó por 7-0 al Valencia de Guus Hiddink en la Copa de la UEFA.

Kahn desarrolló su perfeccionismo para emular a Maier. Zidane ha pasado por ciertos altibajos
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De físico intimidatorio y carácter arrogante y voraz, su contribución ha sido decisiva para el Bayern tanto en su conquista de la Bundesliga como de la Liga de Campeones. El Madrid, en las semifinales, y el Valencia, en la final, dan fe de ello: a los valencianistas les paró tres penaltis. Aun así, en el cómputo global, Cañizares presenta un mejor promedio en Europa: 0,82 goles en contra por 0,94.

Kahn es, pues, el hombre del año para tres de los técnicos de la Liga española, un título que comparte, también con tres votos, Zinedine Zidane. El centrocampista francés del Juventus, de 29 años, ha estado por debajo de sus posibilidades, pero sigue siendo mayoritariamente considerado el mejor jugador del mundo.

Quizá cansado por su brillantez en la Eurocopa de Bélgica y Holanda, que ganó para Francia, Zidane arrancó el campeonato italiano con cierta desgana. Y, cuando vino la Liga de Campeones, perdió la cabeza en dos ocasiones, ante el Hamburgo y el Deportivo; fue expulsado por sendas agresiones y eso precipitó la rápida eliminación de la Juve. A causa de ello, Zidane perdió el Balón de Oro, que cayó en manos de Figo.

El francés, eso sí, recuperó su elegante juego en los tres últimos meses y el Juventus persiguió hasta el final al Roma en la lucha por el scudetto. En el campeonato italiano ha marcado seis goles.

Tras Kahn y Zidane, los entrenadores de la Liga han elegido a Owen y Shevchenko, con dos votos cada uno. Al delantero inglés del Liverpool, de 21 años, los recientes títulos de su equipo -la Copa de la UEFA y la Copa inglesa- le han devuelto al primer plano. Marcó goles clave: los dos que dejaron al Roma fuera de la Copa de la UEFA y los dos que derrotaron en su país al Arsenal. Pero a su fútbol le ha faltado la alegría que transmitió en el Mundial de Francia 98.

A su vez, el delantero del Milan, de 24 años, ha sido el segundo máximo goleador del calcio, con 24 tantos, sólo por detrás de Crespo, con 26. Y eso lo redime individualmente de la mediocre campaña del club rossonero.

Entre los otros elegidos hay varias sorpresas: el centrocampista inglés Owen Hargreaves, de 21 años, del Bayern, votado por Cúper, se supone que porque le sorprendió mucho en la final de Milán. Y Di Vaio, designado por Víctor Muñoz. Con 15 goles en el calcio, Di Vaio, de 25 años, ha desbancado a Milosevic, Amoroso y Mboma como mejor goleador del Parma.

Kahn celebra la victoria del Bayern en la Liga de Campeones.
Kahn celebra la victoria del Bayern en la Liga de Campeones.REUTERS

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