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Seis ciudades alicantinas de la costa crecerán más del doble

Aunque todo el litoral alicantino prevé un crecimiento medio de su ocupación urbana del 70% hay seis municipios que han previsto crecer más del doble, y algunos pretenden multiplicarse por 15, como Poble Nou de Benitatxell. Benissa, Finestrat, La Vila Joiosa, Guardamar del Segura y Orihuela también prevén incrementos desmesurados. Pero sólo es una tendencia continuista respecto al consumo actual de suelo con un urbanismo extensivo.

Hasta 49 municipios de la Comunidad Valenciana han consolidado como suelo urbano más del 20% de su superficie. Pero en su mayoría se trata de términos pequeños. Por eso, destaca que varios municipios alicantinos litorales relativamente grandes hayan propiciado crecimientos difusos de sus cascos urbanos que han conseguido colmatar gran parte de su territorio. Es el caso de Altea, con 3.379 hectáreas, un 43% de ellas urbanas, y apenas 12.000 habitantes de derecho. El derroche de suelo (para sus habitantes quizá un lujo) se mide con una ratio de menos de nueve ciudadanos por hectárea urbana. Con esa densidad de población sólo se encuentran otros tres municipios, Xàbia, con 8, Els Poblets, con 9, y Teulada, con 6. Política urbanística que contrasta con la media de los municipios litorales alicantinos (38 personas por hectárea), la de toda la provincia (41, siempre hablando de suelo urbano), la de toda la Comunidad (51) o la de los municipios costeros (57). Y por supuesto muy lejos de ciudades como Alicante (68), La Vila Joiosa (116), Elche (137) o Valencia (217).

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Los planeamientos urbanísticos de los municipios litorales prevén duplicar la superficie construida

Y no sólo eso, otras localidades pretenden imitar este modelo de monocultivo de barrios residenciales de baja densidad (hasta el 90% del suelo se usa en esta tipología urbana), que en muchos casos sólo son viviendas de temporada, que disparan el coste de los servicios (calles asfaltadas, recogida de basuras, alcantarillados, cableados...) y que multiplica las necesidades de transporte. Así, Poble Nou de Benitatxell ocupa un 3% de su territorio (48 personas por hectárea) y ha calificado como urbanizable un 44%, lo que sale a menos de tres personas por hectárea de suelo residencial. Finestrat, con un 1% de suelo urbano y un 12% de urbanizable, pasaría a una densidad de 5 personas por hectárea.

Y los que ya usan este modelo pretenden seguir en esta línea, como Dénia, que prentede urbanizar otras 751 hectáreas. Xàbia (1.528 hectáreas urbanizables), Benitatxell (535), Teulada (411), Benissa (1.043), Altea (309), L'Alfàs del Pi (23%) o Finestrat (525), no se quedan atrás.

Al sur de la provincia, otras localidades se están incorporando al modelo de venta del territorio para crear barrios de segundas residencias, que muchos alcaldes denominan como 'turismo de calidad' aunque los réditos económicos para la población local no vayan parejos con el consumo de suelo.

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El modelo contrario, más sostenible territorialmente pero muy denostado, es Benidorm. Con una ocupación de 46 habitantes de hecho por hectárea acumula además un tercio de los impactos turísticos de toda la Comunidad en apenas cinco kilómetros de costa: un urbanismo intensivo que ninguna otra localidad se decide a imitar.

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