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Montgat acomete la construcción de 508 pisos, parte de ellos en régimen de alquiler para jóvenes

La ciudad realiza la mayor operación urbanística desde que recuperó la primera línea de mar

Desde que las fábricas de Explosivos Río Tinto y la Lejía Conejo abandonaron el enclave privilegiado que ocuparon durante años junto al mar, el barrio de Les Mallorquines se ha ido desperezando del sueño en que las emisiones de humo, los malos olores y la fachadas fabriles le sumieron. De ser un lugar en donde muy pocos querían vivir -se le conocía como el Montgat dels fums-, se ha convertido en una zona apetecible, como lo demuestra la rapidez con que se han vendido los más de 400 pisos levantados por una promotora privada frente al futuro paseo marítimo, delante de la estación de ferrocarril.

La demanda social de los jóvenes de la localidad, obligados a marchar por la escasez de pisos a precio asequible, nunca había sido atendida por falta de medios, pese a que la alcaldesa, la socialista Rosa Alemany, afirma que la considera una prioridad. Para una población de 8.600 habitantes, que prevé ganar otros 4.000 vecinos en los próximos seis años, nada resulta gratis. El presupuesto municipal es modesto, el entramado comercial débil, la industria no pierde peso y el tejido social está integrado mayormente por familias trabajadoras. La municipalidad depende de los recursos que le asignan instituciones supramunicipales para costear los equipamientos más básicos.

El lugar elegido para los pisos se encuentra hacia el interior de la localidad, en una zona que se ha ido consolidando como de equipamientos, donde se encuentra el instituto de enseñanza media local, el polideportivo y una biblioteca en construcción. Con esta actuación se pretende solventar el problema de accesos que presenta y que de esta forma se integrará en la trama urbana facilitando la conexión entre los barrios de Las Baterías y de Las Vilaras. Las restantes 108 viviendas de protección oficial se construirán en las pastillas de terreno que le han correspondido al Ayuntamiento en la urbanización privada Pla de Montgat.

El hotel ocupará la hondonada que ha dejado en la montaña una antigua cantera que da al vial que une Les Mallorquines con el Pla de la Concòrdia.

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