Osuna normaliza la Zona Franca de Cádiz tras la gestión de su antecesor

Atrás quedaron los convulsos meses de enero y febrero, en los que se sucedieron las denuncias sobre supuestas irregularidades en la Zona Franca y del ex delegado Manuel Rodríguez de Castro, a quien se acusó de gastar en protocolo, publicidad, viajes, hoteles y comidas 107 millones más de los inicialmente presupuestados. La cascada de investigaciones también reveló que el ex delegado dirigía un entramado empresarial de más de una decena de empresas privadas y públicas, gestión que el Ministerio de Administraciones Públicas no consideró incompatible con su calidad de alto cargo del Estado. A esto se sumaron las acusaciones sindicales de enchufismo por contratar a 22 personas afines al PP. El peso de todas estas posibles irregularidades, del cruce de críticas políticas y de la parálisis de la Zona Franca desencadenaron su dimisión, el pasado 20 de febrero.

'Las cosas han cambiado', defiende Osuna, quien descartó emprender 'una caza de brujas' tras dejar la Subdelegación del Gobierno y ocupar el nuevo cargo. 'He encontrado una colaboración digna de elogio por parte de toda la plantilla de empleados y eso nos ha permitido reactivar el trabajo', explica. También se desmarca del modelo de gestión de su antecesor: 'Cada gestor es diferente y yo he preferido rodearme de un equipo directivo sobre el que he descargado responsabilidades'.

El Gobierno central, además, ha modificado la estrategia anterior de proyección internacional de la Zona Franca. Desde hace unas semanas, el recinto fiscal gaditano orienta su labor hacia su propio territorio más que nunca. 'El objetivo es crear la infraestructura industrial y tecnológica necesaria en los municipios gaditanos para ayudarles a mejorar su economía y riqueza', dice Miguel Osuna.

El delegado presentó días atrás el primer exponente del nuevo rumbo que afronta la Zona Franca: el polígono industrial que proyecta construir en Barbate dentro del Plan de Diversificación Económica del Ejecutivo nacional para reactivar la economía deprimida de esta población. Barbate es una de las localidades más afectadas por el amarre forzoso de la flota tras el fracaso de las negociaciones pesqueras entre la Unión Europea y Marruecos. Otros proyectos inmediatos son tres nuevos edificios y el plan de reindustrialización del Campo de Gibraltar. 'Funcionamos como un instituto de fomento, como un asentador de empresas, facilitando la ubicación a nuevas sociedades o sus operaciones', explica Osuna.

El esfuerzo de la Zona Franca se centra ahora en la provincia gaditana y sitúa en un segundo plano la expansión comercial exterior en Latinoamerica que auspició Rodríguez de Castro a través de la sociedad Rilco. Este proyecto sigue adelante, según Osuna, aunque con menos pretensiones. La nueva normativa europea, que entra en vigor el 1 de julio, cambia la función original de las zonas francas.